La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha pedido al gobierno de Bolivia información sobre el estado de la expresidenta Jeanine Áñez después de que esta haya solicitado medidas cautelares a la instancia internacional en busca de su «protección» y para evitar «sufrir un daño irreparable».
La defensa de la exmandataria se decantó por la solicitud a la CIDH tras haber agotado las instancias judiciales en Bolivia para «restituir los derechos» de la exmandataria y ante «las amenazas, hostigamientos y agresiones en contra de la vida e integridad personal» de la misma, además de ante la «falta de un acceso a un tratamiento médico adecuado», según apuntó su abogado.
Ahora, la comisión ha enviado una carta al ministro de Exteriores, Rogelio Mayta, en la que ha solicitado información sobre las condiciones de la expresidenta, que se encuentra en la cárcel de Miraflores, en La Paz, cumpliendo prisión preventiva en el marco del caso ‘golpe de Estado’.
En concreto, la CIDH ha reclamado a Bolivia el envío en un plazo de «siete días» de «la información que se considere oportuna sobre la situación» señalada por la defensa de Áñez, según informa el medio boliviano ‘La Razón’.
Así, ha instado a Mayta a facilitar sus observaciones sobre la solicitud de medidas cautelares y datos sobre el estado de salud físico y psicológico de la exmandataria, así como de su acceso a atención médica y sobre las medidas tomadas por el Gobierno para proteger los derechos de la misma.
También, ha apuntado a que, «de ser el caso», se aporte «la documentación sobre aquellas órdenes administrativas o judiciales que se habrían adoptado».
El ministro de Justicia del país andino, Iván Lima, aseguró la semana pasada que el Gobierno respondería cuando recibiese la solicitud de la CIDH.
Áñez, en prisión preventiva desde marzo –acusada de sedición, terrorismo, conspiración y genocidio, entre otros delitos, por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019–, intentó suicidarse a mediados de agosto, en pleno deterioro de su estado de salud, según denunció su círculo.
Según una valoración médico-forense difundida este lunes, la exmandataria se encuentra ahora «clínica y neurológicamente estable», mientras la hipertensión que padece está «controlada» y «en tratamiento».