Víctor Ferrigno F.
A las víctimas de desapariciones forzadas, cuya gesta honramos.
Vamos de mal en peor, pues la pandemia se desborda a niveles graves, al grado que dos Viceministros de Salud advirtieron sobre un panorama caótico, mientras la Presidencia recula y renuncia a la celebración del Bicentenario y al negocio con la mafia rusa, debido a la protesta social y, sobre todo, por la presión del poderoso vecino del norte.
Hoy llevamos 537 días en pandemia, y el informe de ayer del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) da cuenta que los contagios acumulados son de 470 mil 277, y los muertos suman11 mil 926 . La incidencia acumulada por cada cien mil habitantes fue de 2 mil 789, la tasa de mortalidad por esa misma cantidad 67.6 y la letalidad de 2.5 %. Con el 97% de ocupación hospitalaria a causa del Covid-19, Guatemala es el país más afectado por la pandemia en Centroamérica, y al ritmo de vacunación actual, se requerirán 19 años para lograr inmunizar a toda la población (Laboratorio de Datos).
Ante tal panorama, los viceministros de Salud, Francisco Coma y Edwin Montufar, advirtieron que de no tomar medidas drásticas, en octubre el panorama será caótico, pudiéndose superar los 2.6 millones de casos positivos y los 25 mil decesos.
A este caos no llevó la incapacidad gubernamental y la corrupción galopante que asuela a toda la administración pública. Las drásticas medidas de contención que la actual oleada de contagios requiere, solamente pueden hacerse efectivas si la ciudadanía coopera, y se impone un Estado de Calamidad. Sin embargo, la población y el Congreso de la República no aceptan los Estados de Excepción, porque han servido para toda clase de corruptelas y latrocinios. Este caos “nos tiene de rodillas”, como advirtió el Viceministro Montufar.
El Laboratorio de Datos, la ONG que mejor monitorea la pandemia y con mayor tino propone soluciones, sostiene que “dado que las autoridades actuales del MSPAS llevan más de un año en el puesto y no han podido controlar la epidemia, ni mejorar la capacidad de respuesta del sistema de salud, y fracasaron en negociar adecuadamente la vacuna para la población, es importante que haya un recambio de autoridades inmediato”. Además advierte “que la crisis del MSPAS no es de recursos, sino una crisis de gestión pública por la incapacidad de planificar y presupuestar compras y se necesita una intervención que permita que el MSPAS pueda contratar personal, comprar insumos y medicamentos y vacunas para atender la escalada epidémica”.
Es en ese contexto que la población pregunta airada ¿Dónde está el dinero? ¿Dónde las vacunas? Ayer, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) informó que, al 31 de julio, “las intervenciones realizadas para la atención de la emergencia Covid-19 por el MSPAS tienen una asignación vigente de Q961.3 millones y una ejecución de 45.1%, mientras que para la adquisición de la vacuna Covid-19 tiene una asignación vigente de Q1,573.5 millones y una ejecución de 42.7%, mediante el mecanismo Covax, pero en su mayoría (Q614.5 millones), para el pago a los proveedores rusos de 8 millones de unidades de la vacuna Sputnik V, cuya entrega ha sufrido atrasos severos”.
Este es el indeseable escenario al que el pacto de corruptos nos ha confinado, en el cual no se ve ninguna posibilidad de diálogo como propuso el cardenal Ramazzini, y cada puerta que se abre destapa una cloaca de pudrición, como la evasión fiscal o lavado por Q 4 mil millones de dos empresas agro-exportadoras, denunciada por la Superintendencia de Administración Tributaria.
Sin salida negociada, carente de salud, con hambre, sufriendo explotación y violencia, la ciudadanía emigra hacia el norte o sale a la calle a demandar ¡Fuera Giammattei! ¡Fuera Consuelo! Para salir de este caos, necesitamos una Independencia real, y un Estado multinacional con justicia, probidad y democracia.