Corea del Norte parece haber reanudado la actividad en su principal reactor nuclear, utilizado para producir combustible para armas, según dijo la agencia nuclear de Naciones Unidas. Pyongyang ha amenazado abiertamente con ampliar su arsenal nuclear, en medio de un estancamiento en los contactos diplomáticos con Estados Unidos sobre su programa nuclear.
El reporte anual del Organismo Internacional de la Energía Atómica se refiere a un reactor de 5 megavatios situado en el principal complejo nuclear norcoreano, en Yongbyon, al norte de Pyongyang. El reactor produce plutonio, uno de los dos ingredientes clave utilizados para construir armas nucleares junto con el uranio enriquecido.
«Desde principios de julio de 2021 ha habido indicios, incluida la liberación de agua de refrigeración, que encajan con el funcionamiento del reactor», señaló el reporte del OIEA, con fecha del viernes.
«Las actividades nucleares (de Corea del Norte) siguen siendo una causa de grave preocupación. Más aún, los nuevos indicios de actividad en el reactor de 5 megavatios y el laboratorio radioquímico son profundamente perturbadores», indicó el OIEA.
El OIEA no ha tenido acceso a Yongbyon ni a otras instalaciones en Corea del Norte desde que el país expulsó a sus inspectores en 2009. La agencia dijo utilizar imágenes por satélite e información de libre circulación para supervisar el programa nuclear norcoreano.
El complejo de Yongbyon también produce uranio enriquecido a altas concentraciones, el otro ingrediente nuclear clave. Según el reporte del OIEA, «hubo indicios durante un periodo de tiempo de que la instalación centrifugadora de enriquecimiento no estaba en funcionamiento», aunque se observaban movimientos periódicos de vehículos.
El complejo que Pyongyang describe como «el corazón» de su programa nuclear y de investigación, es desde hace décadas un motivo de preocupación internacional. No está claro cuánto plutonio armamentístico o uranio enriquecido se ha producido allí ni dónde lo almacena Corea del Norte.
A principios de 2019, durante una cumbre con el entonces presidente de Estados Unidos Donald Trump, el líder norcoreano, Kim Jong Un, se ofreció a desmantelar todo el complejo a cambio de un amplio alivio en las sanciones. Pero Washington rechazó la oferta porque sería sólo una renuncia parcial a su capacidad nuclear.
Se cree que Corea del Norte gestiona otras instalaciones de enriquecimiento de uranio. Una estimación surcoreana de 2018 indicaba que el país ya había fabricado entre 20 y 60 armas nucleares.
Corea del Norte ha advertido en los últimos meses que ampliará su programa nuclear si Estados Unidos no retira su política «hostil», una aparente referencia a las sanciones lideradas por Estados Unidos y las maniobras militares periódicas de Washington y Seúl.
La influyente hermana de Kim, Kim Yo Jong, dijo este mes que Pyongyang reforzaría su «disuasión absoluta» en respuesta a amenazas crecientes de Estados Unidos.
Corea del Sur vigila de cerca las actividades norcoreanas en material nuclear y de misiles junto con Estados Unidos, según dijo el lunes Lee Jong-joo, portavoz del Ministerio de Unificación de Corea del Sur. Sin embargo, la vocera declinó hacer comentarios sobre si Seúl veía indicios de que el norte estuviera reactivando instalaciones nucleares.