Un hombre que dijo tener una bomba en una camioneta cerca del Capitolio de Estados Unidos se entregó a las autoridades ayer tras horas de negociaciones, situación que obligó a evacuar los edificios gubernamentales de la zona y a un amplio despliegue policial.
Las autoridades inspeccionaron el vehículo en un intento por entender qué fue lo que llevó al sospechoso —identificado como Floyd Ray Roseberry, de 49 años y originario de Carolina del Norte— a subir su camioneta encima de la acera frente a la Biblioteca del Congreso, efectuar amenazas de bomba y pronunciar una diatriba antigubernamental como parte de un extraño episodio que transmitió en vivo por Facebook. La policía indicó posteriormente que no encontró ninguna bomba dentro de la camioneta, pero sí posible material para la fabricación de explosivos.
La situación se resolvió de manera pacífica luego de casi cinco horas de negociaciones, las cuales concluyeron cuando Roseberry salió arrastrándose del vehículo y fue detenido por la policía. Pero incluso en una ciudad con un largo historial de dramáticos encuentros con agentes policiales frente a sitios emblemáticos federales, este episodio fue notable por el momento en el que ocurrió —Washington sigue sumida en tensiones ocho meses después de la insurrección en el Capitolio federal— y por la manera en que el sospechoso recurrió a las redes sociales para atraer la atención en tiempo real a sus actos.
Las autoridades que pasaron horas negociando con Roseberry —primero utilizando una pizarra y luego entregándole un teléfono que se negó a usar— indagaban sus antecedentes el jueves por la tarde. No revelaron detalles sobre un posible motivo, y no se anunciaron de inmediato cargos en su contra.
Los investigadores habían estado en comunicación con familiares de Roseberry y se enteraron que su madre había fallecido recientemente, dijo el jefe de la policía del Capitolio, J. Thomas Manger. «Había otros problemas con los que estaba lidiando», agregó, sin dar a conocer detalles específicos.
Sin embargo, poco después parecieron surgir algunas pistas en las redes sociales.
Mientras la policía seguía con las negociaciones, se difundió en Facebook el video en vivo de Roseberry dentro de su camioneta, la cual estaba llena de monedas y cajas. Amenazó con provocar explosiones, expresó hostilidad hacia el presidente Joe Biden, utilizó palabras altisonantes para advertir de una «revolución» y expuso una serie de agravios relacionados con la postura de Estados Unidos en Afganistán, los servicios de atención médica y las fuerzas armadas.
La exesposa de Roseberry, Crystal Roseberry, dijo que había visto las imágenes del suceso y le confirmó a The Associated Press que se trataba de su exmarido. Dijo que nunca se había enterado de que tuviera explosivos, aunque sí era un ávido coleccionista de armas de fuego.
Videos publicados en Facebook antes de que la página fuera retirada parecen mostrar a Roseberry en la marcha realizada el 14 de noviembre en Washington, a la cual acudieron miles de simpatizantes del entonces presidente Donald Trump para protestar lo que aseguraban se trataba de un fraude electoral. Uno de los videos parecía haber sido grabado por Roseberry mientras caminaba junto a cientos de personas con banderas de Estados Unidos y de Trump, gritando «¡detengan el robo!».
El incidente del jueves comenzó alrededor de las 9:15 de la mañana cuando el sospechoso colocó su vehículo sobre la acera frente a la biblioteca. Una vez que se acercó un policía, el conductor le dijo que tenía una bomba y sujetaba lo que el agente creía que se trataba de un detonador. La camioneta no tenía matrícula.
La policía aún estaba registrando el vehículo el jueves por la tarde y había identificado algunos artículos «preocupantes», entre ellos contenedores de gas propano, señaló Manger. Pero aún no estaba claro si Roseberry tenía explosivos en la camioneta.
«No sabemos si hay algún explosivo en el vehículo; sigue siendo una escena activa», agregó el jefe policial.