Ya que el Ministerio de Salud no pudo presentar un plan efectivo para contener esta nueva ola de contagios de Covid-19, limitándose la propuesta a un estéril toque de queda de diez de la noche a cuatro de la madrugada y libertad para gastar sin control, por lo menos debieran emprender una campaña informativa de amplia difusión en todo el país y utilizando los idiomas nativos para explicar el alto riesgo de contagio que genera esta variante Delta que es mucho más agresiva, no sólo en cuanto a posibles complicaciones que ameriten hospitalización y que puedan causar la muerte, sino en cuanto a provocar más contagios. Es preciso que la gente entienda que es obligado redoblar las medidas de precaución con el uso de mascarilla, doble si es posible, la higiene (tan difícil en muchos sitios del país) y la distancia social.
El día de hoy los centros de enseñanza siguen operando con alumnos en clases presenciales, como si no fuera ya un hecho demostrado en todo el mundo que esta variante afecta a los niños, al punto de que en el mundo hay miles de menores de edad hospitalizados. En Guatemala la gente sigue llevando su vida con una pasmosa normalidad, sin entender el gravísimo riesgo que representa cualquier tipo de contacto cercano con otras personas. Las reuniones familiares se siguen dando, no digamos las reuniones sociales que, celebradas hasta las 9 de la noche cuando empieza la ley seca, pueden dar tiempo a los participantes para cumplir con el toque de queda que principia una hora más tarde.
Aún países con niveles de vacunación mucho más altos que el nuestro han adoptado medidas más serias y coherentes ante la propagación indiscutible de una variante del Covid que es mucho más agresiva que cualquiera de las que se dieron anteriormente. Aquí eso no es posible ni imaginable por los compromisos del Pacto, aparte de que los programas de compensación social que se dieron al principio de la pandemia y los fondos para asistir a las empresas terminaron cayendo en el mismo costal que tanto daño nos hace todo el tiempo, es decir el costal de la corrupción que permite acaparar todos los beneficios para unos pocos que están inscritos en el gran club de los saqueadores del país.
El guatemalteco tiene que ser bombardeado con información seria y veraz de lo que significa la variante Delta. No con esas vacías cancioncitas que marcan toda la propaganda sobre Covid y vacunación y que más de alguna olla dejan untada. No es tiempo de pensar en comisiones sino en acciones.