Desde que se confirmó el primer caso de Covid-19 en Guatemala, el país ha acumulado más de 400 mil contagios, entre ellos, seis personas que dieron su testimonio a La Hora sobre la etapa posterior a la infección, debido a que aún experimentan secuelas de la enfermedad.
Los entrevistados mencionaron malestar general, dolor de cabeza, sudoración, falta de concentración y también dificultad para diferenciar olores o percibir el sabor de los alimentos.
Francisco dio positivo a Covid-19 en diciembre pasado y aunque ya pasaron varios meses desde que enfermó, aún siente malestar, tinnitus específicamente.
La Mayo Clinic describe ese padecimiento como un timbre u otros ruidos en uno o en ambos oídos. Sin embargo, no es externo, porque otras personas no lo escuchan.
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“El tinnitus es un problema común. Afecta a entre un 15 y un 20 por ciento de la población y es particularmente común en adultos mayores”, explica esa institución.
Francisco aseguró que ya se acostumbró a la secuela que le dejó el Covid-19.
ROEN PERCIBE FALTA DE ALIENTO Y DETERIORO DE CAPACIDADES COGNITIVAS
Otro de los casos es el de Roen, quien dio positivo hace un mes y medio. En su caso los síntomas que experimentó fueron muy leves.
Sin embargo, las secuelas más notorias que percibe es la falta de aliento para realizar cualquier actividad física, desde subir gradas hasta entrenar en el gimnasio y también el deterioro de sus capacidades cognitivas.
Él considera que cuando las personas se recuperan del virus, pareciera que las dejan a su suerte y que incluso le recomendaron no visitar a un médico para evitar un nuevo contagio, “sí, perdí el olfato y gusto por dos días. Lo recuperé bastante rápido”, remarcó.
“En mi trabajo me toca leer todo el día, después del Covid-19 tengo que leer un párrafo hasta 3 veces para poder entender lo que dice. Mi memoria a corto plazo ya no es la misma, se me va la onda muy seguido”, relató.
Roen no experimentó síntomas comunes como tos, fiebre, y diarrea, de no haberse hecho la prueba y perdido el olfato y gusto por unos días lo hubiera confundido con alergia.
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ARMINDA SIENTE DOLOR DE CABEZA, DESGANO Y CANSANCIO
Desde Santa Rosa, Arminda relató que se contagió de Covid-19 hace unas semanas y recién empezó a retomar sus actividades diarias.
Al principio no creía que la enfermedad la fuera a afectar mucho, pero para proteger a su familia se aisló.
“Solo me dio dolor en la frente, en la parte baja de la espalda por los riñones, se me espesó la sangre y las manos y pies se hincharon todo ese tiempo. No paraba de sudar día y noche, tenía mucha sed y unos pocos días de taquicardias”, recordó.
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Hasta doce días después de dar positivo empezó a sentir olores y sabores.
Ahora que superó la enfermedad, le quedó un dolor de cabeza que, aunque ha ido mejorando, es molesto, “también me quedó el pecho como apretado y me quedé con un desgano y mucho cansancio”.
Además, le da mucha sed por las noches y como en el caso de Roen, a veces le cuesta concentrarse en lo que hace.
A JOEL TAMBIÉN LE CUESTA MEMORIZAR
En la ciudad capital, Joel explicó que su caso es muy parecido al de otras personas, pues le cuesta memorizar, además, siente mucho sueño y suda con frecuencia, incluso aunque haga el mínimo esfuerzo.
La enfermedad en su caso no fue grave y los síntomas que experimentó fueron leves al igual que toda su familia, pues varios enfermaron. A veces le dan dolores de cabeza y aún no ha recuperado el gusto y olfato, “es lo último que voy a recuperar”, mencionó.
Él se quería vacunar, sin embargo, previo a esto dio positivo.
LISS: SIENTE OLORES, PERO DISTORSIONADOS
Otro de los relatos que compartieron a La Hora, es el de Liss, que en su caso la enfermedad sí fue más fuerte e incluso necesitó de oxígeno, una experiencia distinta al resto de los integrantes de su familia.
Han pasado varios meses desde que se contagió y una de las secuelas que la sigue afectando, por ejemplo, es que sí siente olores, pero distorsionados.
Liss explicó que cuando come pollo siente que este tiene un aroma a combustible, aunque ahora el sabor ya no es tan desagradable.
HAN MEJORADO, PERO TARDAN MÁS DE LO QUE CREÍAN
Una de sus hermanas experimenta algo diferente, pues siente que la comida tiene un olor químico.
“Todos los perfumes, jabones y cremas huelen igual y no es una fragancia agradable. Son pocos los que logras diferenciar”, reiteró.
Hasta las bebidas gaseosas tienen para ella un sabor a bicarbonato de sodio y otros “hieden” a podrido.
En su caso, han consultado al médico y les han explicado que es cuestión de tiempo y que, si bien han mejorado, han tardado más de lo que creían.
CLÍNICA DE MAYO: LA PÉRDIDA DE OLFATO PUEDE SER PARCIAL O COMPLETA
De acuerdo con la Clínica Mayo, la pérdida del olfato puede ser parcial (hiposmia) o completa (anosmia), temporaria o permanente dependiendo de la causa.
“Aun una pérdida parcial del olfato puede hacer que no tengas ganas de comer, lo que, en casos extremos, puede llevar a perder peso, nutrición deficiente e incluso depresión”, remarca.
JOSUÉ DAVID SE ENFERMÓ DE LOS TRIGLICÉRIDOS
Josué David también compartió su experiencia y a diferencia del resto de entrevistados, enfermó de triglicéridos luego de recuperarse.
“Me enfermé de Covid en noviembre y a los 15 días ya me había recuperado, no sé si por estrés o algo post Covid-19, pero me enfermé de los triglicéridos como al mes de haber tenido Covid y si me la pasé mal porque me sentía mareado y con dolores de cabeza. Gracias a Dios, con dieta y ejercicio me recuperé, sólo fue un par de meses de eso que nunca había padecido”, relató.
Los quince días de la enfermedad, señaló que son difíciles y que, si bien quedan secuelas, lo que se debe hacer es ejercicio y seguir una buena alimentación, “con eso las secuelas se vencen”.
MILTON AÚN NO RECUPERA EL OLFATO
Por último, Milton también experimentó síntomas leves, pero algo que sentía mientras estuvo enfermo era “pesadez” en el pecho, la falta de olfato y gusto.
En la actualidad, aún siente distorsionado el olfato, pues no detecta malos olores y en algunas ocasiones los percibe por varios días, pero da gracias a Dios que fue lo único desagradable que sufrió.
ASTURIAS: CADA DÍA SE APRENDE MÁS
El profesor de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología de la Universidad de Colorado y extitular de la clausurada Coprecovid, Edwin Asturias, explicó a La Hora, que cada día se aprende más sobre las complicaciones que el Covid-19 está dejando en las personas.
A la vez, señala que una revisión del 2020 muestra que las secuelas a corto plazo (1-3 meses) pueden incluir:
• Fatiga persistente (39-73% de las personas).
• Dificultad para respirar (39-74%).
• Disminución de la calidad de vida (44-69%).
• Función pulmonar alterada, incluida cicatrización pulmonar (39-83%).
• Inflamación cardiaca (3-26%).
• Síntomas neurológicos persistentes (55%).
• Mayor incidencia de diagnósticos psiquiátricos (5.8% versus 2.5-3.4% en los controles).
• Recuperación incompleta del olfato y el gusto (33-36% de las personas evaluadas).
Y, para los 6 meses, lo más persistente es fatiga (25%), confusión cerebral (5%) y perdida del olfato (15%).
SÍNTOMAS PERSISTENTES NECESITAN DE SEGUIMIENTO MÉDICO
Asturias hizo énfasis en que los pacientes que tienen síntomas persistentes de dolor de pecho, fatiga al caminar, así como depresión, ansiedad o confusión cerebral deben consultar a un médico.
También explicó que más que la severidad de la infección inicial, la edad es un factor clave, “1 de cada 4 adultos jóvenes puede padecer síntomas de largo plazo, comparado con 1 de cada 2 mayores de 60 años”.
El experto recalcó que es importante llevar un seguimiento médico, porque las complicaciones, sobre todo del corazón, pulmones, riñones y cerebro, pueden derivar en problemas mayores si no se atienden a tiempo.
EXPLICA LA ANOSMIA
Dado que son varias las personas que presentan pérdida del olfato y gusto, La Hora también le consultó al respecto a Asturias y explicó lo siguiente:
“La anosmia es la falta de olfato o percepción de olores. Es causado por la infección del virus a las células que dan soporte al nervio el olfato. En muchas personas se mejora, pero hay 1 de cada 10 a 20 que puede tenerlo por más de 6 meses”, explicó.
Por eso, reiteró que en esos casos se recomienda hacer entrenamiento del olfato, ya que ningún medicamento, ni los esteroides, se han probado que funcionan para recuperar el sentido del olfato.
“Usted puede reentrenar su olfato, tomando algunas especies y frutas (cascara de limón, clavo, vainilla, y menta) y oler por 2-3 minutos 3 veces al día para que su sentido del olfato vuelva a reconocer esos olores y otros. Esto se ha mostrado que funciona y es muy simple y barato”, puntualizó.