Alfonso Mata
Ministro y Viceministros de salud: no dudo ni de su honestidad, buena voluntad y capacidad, no lo pongo en entredicho; pero cuando la salud y el bienestar de un pueblo se tira la basura por una forma de gobierno que politiza corrompe y comercializa a la vista y contribución de un legislativo y un judicial que mama de la misma teta y que conduce a una nación a complejas relaciones de políticas financieras llenas de corrupción y criminalidad común y mafiosa, resulta más que evidente que en ese Estado, la salud más que un fin se ha transformado en un medio ilícito de poder y enriquecimiento y ustedes sin querer, se han convertido en facilitadores de ello y estén violando su código de odontológico. Mi solicitud a ustedes no obedece a posición ideológica; la baso en los elementos que pasó a considerar.
El documento que ustedes firmaron conocido como “contrato”, en mi opinión es un documento de naturaleza social y jurídica, que como tal merece un respeto político y social que demanda la exigencia del cargo. Su puesto exige primero: una actividad política qué consiste en acciones dentro de las que destaco: construir, desarrollar, modificar, defender, cambiar, un orden que facilite o impida el desarrollo de un sistema de salud, que otorgue prestaciones en benéfico de una mayoría que no lo espera como “dadiva o regalo” sino como un derecho universal. En ese sentido, la segunda parte de su misión es técnica y profesional: organizar y formalizar todo el sistema para la entrega de la salud.
Es más que evidente que cualquier sujeto, evento, acción que limite su actuar, viola la tesis de otro elemento del contrato como es “la independencia” que debe tener el puesto para actuar y proceder y que sin el respeto debido se anula. Entiendo que cualquier persona en el puesto que ocupan, es movida por un sentido de “patriotismo” que significa poner sobre mi propio bienestar el general, sin beneficiar a otros en beneficio propio.
¿Cuál es la triste realidad en todo esto? Las condiciones de salud nacionales -no hablo solo del manejo de la pandemia- han sufrido un tremendo retroceso ¿debido a ustedes? Estoy más que seguro que no ¿A limitaciones para que su mandato contractual puedan cumplirlo? estamos muchos colegas más que seguros que es así y entonces viene el último de los compromisos ineludibles en su cargo y que la sociedad exige: la denuncia franca y segura de impedimentos.
Es más que evidente desde hace décadas, que no se ha construido un orden político que permita una entrega satisfactoria de la salud como un derecho y que exige de su puesto: modificar y destruir causales y condicionantes que no lo permiten. Organización de poder y orden social, que tienda al bienestar de las personas y en consecuencia de la salud, significa un estado fundamentado en soberanía, que no existe en este momento, pues los funcionarios bien intencionados, viven limitaciones para cumplir con su cargo y no denuncian las limitaciones con que tropiezan, que aunque sean vos populi no están sujetas (por el mismo silencio) a sanciones. Un acto complejo de dejar el cargo como el que pido, no es para que otros ocupen su puesto, debe ser un instrumento de denuncia, y es por ello del título de la presenta reflexión “decir adiós” Solo la denuncia pública puede aportar al cambio.