Once personas han muerto a raíz de las inundaciones y deslaves de barro en el norte de Turquía, informaron las autoridades el jueves. Una persona está desaparecida.
Las inundaciones afectaron las provincias de Bartin, Kastamonu, Sinop y Samsun, sobre la costa del mar Negro, donde demolieron viviendas y puentes y arrastraron autos. Helicópteros acudieron a rescatar gente que quedó atrapada en los techos.
Al retroceder las aguas en las regiones afectadas, la agencia de manejo de desastres AFAD dijo que los socorristas hallaron seis cadáveres en Kastamonu.
Luego se hallaron cuatro cuerpos más en la ciudad de Bozkurt, la más afectada, y uno en Sinop. Se reportó la desaparición de una mujer de 80 años en la provincia de Bartin.
Mientras tanto, en el suroeste, los bomberos bregaban por extinguir un incendio en la provincia de Mugla, sobre la costa del mar Egeo. El incendio, finalmente controlado el jueves, es uno de más de 200 que estallaron en Turquía a partir del 28 de julio. Las llamas provocaron la muerte de al menos ocho personas e innumerables animales, y miles de habitantes debieron abandonar sus viviendas.
Los climatólogos dicen que el cambio climático provocado por el consumo de carbón, petróleo y gas natural es la causa más probable de eventos extremos tales como olas de calor, sequías, incendios, inundaciones y tormentas. Se prevé que aumentará la frecuencia de estas calamidades a medida que se calienta el planeta.