Anoche los aficionados al deporte tuvieron doble alegría, primero al ver a Kevin Cordón pasar a las semifinales de Bádminton tras un brillante juego contra su adversario coreano y luego al ver la hazaña del nadador Luis Martínez que se colocó en el séptimo lugar absoluto de la competencia de 100 metros estilo mariposa. Martínez terminó ya su actividad en los Juegos Olímpicos, mientras Cordón ahora tendrá la oportunidad de traer una medalla a Guatemala al pasar a la siguiente ronda de la competencia que se desarrolla en Tokio.
En medio de la crisis que vive el país como resultado de los reiterados abusos insolentes del Pacto de Corruptos para garantizar impunidad a los que se roban los fondos de los guatemaltecos, viene este suspiro que nos demuestra que tenemos atletas de calidad que logran destacar pese a que el deporte federado también cayó en las mismas redes de toda esa “institucionalidad” que los pícaros llaman a defender. Cordón y Martínez compiten individualmente y entrenan de la misma manera, por lo que su esfuerzo les permitió llegar a ocupar lugares destacados que son fruto de su propio empeño y dedicación, mismo que miles de guatemaltecos muestran día a día en su esfuerzo por ganarse la vida, sea en medio de las adversidades locales o corriendo los riesgos que implica la migración.
Es importante valorar esos esfuerzos individuales porque son la respuesta de la gente honrada y trabajadora al latrocinio permanente que domina la vida nacional. Todos los días son muchos los guatemaltecos, hombres y mujeres, ladinos e indígenas, pobres y ricos, bien alimentados y desnutridos, campesinos o profesionales, locales o migrantes que arrancan el día con empeño para realizarse como personas y como miembros de la sociedad. Su esfuerzo anónimo no recibe los reconocimientos que damos a estos atletas extraordinarios, pero está allí y es lo que nos permite subsistir a pesar del saqueo a que nos someten los ladrones.
Y lo bueno es que todos estos héroes están cobrando conciencia y se movilizan para repudiar a los pícaros, lo que augura buenos tiempos para nuestra Guatemala.