Algunos gobiernos y empresas internacionales se comprometieron a aportar más de 4,000 millones de dólares para educar a 175 millones de niños de todo el mundo y evitar que la pandemia del coronavirus arruine las aspiraciones de una generación.
Los compromisos se dieron a conocer ayer en una conferencia en Londres organizada por el Reino Unido, Kenia y la Alianza Mundial para la Educación.
La ex primera ministra australiana Julia Gillard, quien preside la asociación, dijo que las donaciones la colocan en condiciones de cumplir su objetivo de recaudar 5.000 millones de dólares en los próximos cinco años.
El primer ministro británico, Boris Johnson, quien intervino en la conferencia junto con el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, ha hecho de la educación de las niñas un proyecto emblemático de su gobierno conservador, y está impulsando la escolarización de 40 millones de niñas en todo el mundo para 2026.
Johnson dijo a los delegados de la conferencia que la educación es «la varita mágica… que puede resolver casi todos los problemas que afligen a la humanidad».
Gran Bretaña prometió 430 millones de libras (600 millones de dólares) para la Alianza Mundial para la Educación. Sin embargo, Johnson ha sido objeto de críticas por haber reducido el presupuesto de desarrollo internacional del Reino Unido del 0,7% de la renta nacional al 0,5%, recortando unos 4.000 millones de libras (5.600 millones de dólares) de proyectos que ayudan a los más vulnerables del mundo.
El gobierno afirma que el ajuste es temporal y necesario debido al golpe económico causado por la pandemia.