Un laboratorio científico ruso recién llegado desvió brevemente la posición de la Estación Espacial Internacional cuando activó accidentalmente sus propulsores.
Durante 47 minutos, la estación espacial perdió el control de su orientación cuando se encendieron los propulsores pocas horas después del acoplamiento del módulo ruso, apartando al complejo orbital de su configuración normal. La posición de la estación es fundamental para que los paneles solares generen energía y para las comunicaciones con los controladores de la Tierra, las cuales se vieron interrumpidas en dos ocasiones durante algunos minutos.
Los controladores de vuelo recuperaron el control utilizando los propulsores de otros componentes rusos en la estación para enderezar el complejo, y ahora está estable y a salvo, dijo la NASA.
Montalbano dijo que la tripulación no sintió ningún movimiento ni sacudida. La NASA señaló que la estación se movió 45 grados fuera de su posicionamiento, aproximadamente un octavo de un círculo completo. El complejo no llegó a girar, apuntó Bob Jacobs, portavoz de la NASA.
La directora de vuelos espaciales humanos de la NASA, Kathy Lueders, señaló que fue «una hora bastante emocionante».
El incidente provocó que la NASA pospusiera otro vuelo de prueba de la cápsula tripulada de Boeing, el cual estaba programado para el viernes por la tarde desde Florida. Será el segundo intento de Boeing de llegar a la estación situada a 402 kilómetros (250 millas) de altura antes de enviarla con astronautas a bordo. Problemas de software estropearon la primera prueba.
El laboratorio ruso de 22 toneladas y 13 metros (43 pies) de largo, llamado Nauka, llegó a la estación espacial horas antes el jueves, ocho días después de que despegó de la instalación rusa en Baikonur, Kazajistán.
El lanzamiento de Nauka, que brindará más espacio para experimentos científicos y para la tripulación, había sido demorado en repetidas ocasiones debido a problemas técnicos. Inicialmente estaba previsto que fuera al espacio en 2007.