Unas personas entran a la casa del conductor Naser Sylmetaj, quien falleció en un accidente de autobús en Croacia. Foto La Hora/AP/Zenel Zhinipotoku.

Kosovo observó ayer un día de luto con las banderas a media asta y el Parlamento pospuso su sesión en memoria de 10 kosovares que perdieron la vida en un accidente de autobús en Croacia.

El autobús que llevaba 65 pasajeros y dos conductores a bordo se salió de una autopista durante un viaje de Fráncfort, Alemania, con destino a Kosovo, el domingo temprano. Las autoridades dijeron que el conductor se quedó dormido por un breve momento y perdió el control del vehículo.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Kosovo informó que una persona seguía hospitalizada en condición grave, mientras que otras 15 estaban estables y 26 fueron dadas de alta.

«Muchos de ellos, sobre todo los niños, tenían la experiencia del horror escrita en sus rostros», escribió la canciller Donika Gervalla-Schwarz en una publicación de Facebook luego de regresar de Croacia.

El otro conductor falleció, de acuerdo con su hermano. Ilir Sylmetaj dijo que su hermano, Naser, trabajó de chofer durante dos décadas y que durante el último año había trabajado con la agencia de viajes que organizó el viaje en autobús. Le sobreviven su esposa y tres hijos.

Una madre de familia de 45 años y una de sus tres hijas también perdieron la vida en el accidente. Valentina Binakaj viajaba de la ciudad de Ulm, en el sur de Alemania, donde su esposo tiene una pequeña compañía, para asistir al compromiso de su hermana cuando ella y su hija Erlinda de 19 años fallecieron.

La carretera entre la capital croata de Zagreb y la frontera con Serbia es una importante arteria veraniega para los kosovares que viven y trabajan fuera de su país.

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