Residentes usan balsas inflables para navegar la crecida luego que el río Meuse se desbordó debido a fuertes aguaceros en Lieja, Bélgica. Foto: La Hora/AP/Valentin Bianchi.

BRUSELAS / AP

Justo cuando la Unión Europea anunciaba los planes para destinar miles de millones de euros a combatir el cambio climático, nubes enormes cubrieron Alemania y países vecinos y desataron una tormenta sin precedentes que dejó muerte y destrucción a su paso.

Pese a las advertencias abundantes, políticos y meteorólogos fueron sorprendidos por la ferocidad de los aguaceros que causaron inundaciones repentinas que cobraron más de 150 vidas esta semana en el oeste de Europa.

Científicos climatológicos sostienen que el vínculo entre fenómenos extremos y el calentamiento global es inconfundible y la urgencia de hacer algo sobre el cambio climático es innegable.

Los científicos aún no pueden afirmar con certeza si el calentamiento global causó estas últimas inundaciones, pero insisten en que ciertamente exacerba los fenómenos climáticos extremos que se registran desde el oeste de Estados Unidos y Canadá hasta Siberia y la región del valle del Rin en Europa.

“Existe un vínculo claro entre la precipitación extrema que está ocurriendo y el cambio climático”, sostuvo Wim Thiery, profesor de la Universidad de Bruselas, el viernes.

Stefan Rahmstorf, un profesor de física oceánica en la Universidad de Postdam, Alemania, dijo que los récords recientes de calor en Estados Unidos y Canadá “son tan extremos que sería virtualmente imposibles sin el calentamiento global”.

En su conjunto, de acuerdo con sir David King, presidente del Grupo Asesor de Crisis Climática, “se trata de efectos de la crisis climática: veremos que esos eventos climatológicos extremos solo se volverán cada vez más frecuentes”.

Para Diederik Samsom, jefe del gabinete de la Comisión Europea detrás de las propuestas masivas de esta semana para gastar miles de millones de euros e imponer a la industria reformas drásticas que ayuden a reducir en esta década un 55% las emisiones del bloque europeo de gases de invernadero que causan el calentamiento global, el desastre de esta semana tiene una moraleja.

“La gente está siendo arrastrada por las aguas en Alemania… y también en Bélgica y Holanda. Estamos experimentando el cambio climático”, aseveró en una teleconferencia del centro de estudios European Policy Centre. “Unos pocos años atrás, uno apuntaba a un punto en el futuro o muy lejos en el planeta para hablar de cambio climático. Está sucediendo ahora, aquí”.

Científicos climatológicos mencionan dos cosas específicas que han contribuido a la calamidad de esta semana.

Primero, con cada aumento de 1 grado Celsius (1,8 Fahrenheit) en la temperatura, el aire puede absorber 7% más de humedad. Puede retener el agua por más tiempo, llevando a sequías, pero también a un incremento en lluvias densas masivas una vez que libera el agua.

Otro factor definitorio es la tendencia de las tormentas de mantenerse sobre un área por más tiempo de lo usual, arrojando por ello cantidades mayores de lluvia en una sección más pequeña del mundo. Los científicos dicen que el calentamiento global es un factor contribuyente en eso también. Una corriente a chorro de vientos fuertes a unos 10 kilómetros (seis millas) de altitud ayuda a determinar el clima en Europa y es alimentaba por diferencias de temperaturas entre los trópicos y el Ártico.

A medida en que Europa se calienta, la corriente a chorro se debilita, haciendo que su rumbo serpenteante se frene, a veces por días, dijo Thiery.

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