Giannis Antetokounmpo señaló un par de rasguños, uno en su frente y otro en la mejilla.
Cree que esas cicatrices de las Finales de la NBA son prueba de que unos frustrados Suns de Phoenix le están cometiendo faltas.
Los Suns lo están golpeando, pero no están parando al astro de los Bucks de Milwaukee.
Después de dos actuaciones consecutivas de más de 40 puntos, Antetokounmpo intentará ayudar a que los Bucks empaten el miércoles la serie en el cuarto partido.
Sin importar si sufre un dolor de rodilla o si debe eludir los golpes al rostro, los Suns saben que el basquetbolista griego seguirá atacando.
Antetokounmpo sumó 41 puntos y 13 rebotes en el tercer partido, que los Bucks ganaron por 120-100.
En el duelo anterior su cosecha fue de 42 unidades y 12 tablas.
Se convirtió en apenas el segundo jugador en la historia que hilvana partidos de al menos 40 puntos en las Finales.
Los Suns ya se enfrentaron a LeBron James y Nikola Jokic en su paso hacia sus primeras Finales desde 1993, por lo que saben cómo superar a ganadores del premio al Jugador Más Valioso.
Pero Antetokounmpo, con sus rompimientos que parecen requerir dos o tres dribles para recorrer toda la cancha, ha representado un reto diferente.
Paul indicó que los Suns mantendrán su plan.
Antetokounmpo está acostumbrado.
Recuerda que fue hace dos años cuando los equipos comenzaron a aplicar esa estrategia defensiva, colocando a varios jugadores en su camino a la canasta.
Pero lo más importante para los Bucks es que aprendió a superarlo. Antetokounmpo cree que ya era un buen pasador, antes de que los equipos comenzaran a edificar el muro frente a él. Se dice dispuesto a pasar el balón.
En el tercer partido sumó seis asistencias.
En el tercer duelo, Antetokounmpo realizó 17 tiros libres, lo que según Williams recordó posteriormente, fue uno más que todos los Suns.
Antetokounmpo quien está a dos juegos del récord de Michael Jordan de partidos consecutivos de 40 puntos o más en las Finales, podría estar mejor en el cuarto compromiso.