Cerca de un millón de personas solicitó cita para vacunarse en un solo día en Francia, según cifras difundidas el martes, luego de que el presidente aumentó la presión sobre la población para inmunizarse y salvar las vacaciones de verano y la economía francesa.
Hubo algunas protestas ante las exhortaciones de «¡vacúnate!» del presidente Emmanuel Macron, pero muchos pidieron la cita, aceptando que es la única manera de regresar a una apariencia de vida prepandemia.
Ante el aumento de los contagios en Francia, Macron ordenó emitir certificaciones especiales para poder ir a restaurantes, centros comerciales o para abordar trenes o aviones, lo que causó inquietud entre los veraneantes tanto locales como extranjeros.
Doctolib, la aplicación que centraliza la vacuna y otras citas médicas en Francia, anunció el martes por la mañana que después de la exhortación presidencial 1,3 millones de personas solicitaron una cita el lunes, el récord diario desde el inicio de la campaña nacional de inmunización en diciembre. El 65% de las nuevas citas eran de menores de 35 años.
Macron anunció ayer que la vacunación será obligatoria para todos los trabajadores de la salud a partir del 15 de septiembre, y planteó la posibilidad de ampliar el requisito a otros sectores de la población.
Con los contagios de nuevo al alza en el país, en los últimos días aumentaron las especulaciones acerca de que Macron anunciaría algún tipo de requisito de vacunación, lo que incentivó la demanda de citas. Alrededor del 41% de la población francesa está totalmente inmunizada contra el virus, aunque el ritmo de vacunación se ha ralentizado a medida que se acercan las vacaciones estivales.
El ministro de Salud, Olivier Veran, celebró el renovado interés por la vacuna y, en declaraciones a la televisora BFM hoy, dijo que «Esto son miles de vidas salvadas».
Algunas personas dijeron sentirse más seguras con la campaña, pero otras expresaron su rechazo a la obligatoriedad de las vacunas o de los certificados para poder ir a un café, y al hecho de que el gobierno sigue emitiendo reglas.
«Yo me vacunaré porque quiero tener vida social e ir de vacaciones», dijo el estudiante de abogacía Marius Chavenon, de 22 años. Pero añadió que «no creo que la vacunación deba ser obligatoria. Vivimos en Francia, deberíamos poder hacer lo que queremos».
Más de 111.000 de las personas que contrajeron el coronavirus en Francia fallecieron.