La Embajada de Estados Unidos en la capital de Irak, Bagdad, ha confirmado este martes que sus sistemas de defensa han respondido a una «amenaza aérea» contra el edificio, después del derribo de un dron en la zona, sin que por el momento haya reclamación del ataque.
«A primera hora del 6 de julio, los sistemas de defensa del complejo de la Embajada de Estados Unidos en Bagdad han respondido y han eliminado una amenaza aérea», ha señalado la legación diplomática a través de un breve comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook.
«Estamos trabajando con nuestros socios iraquíes para investigar y seguiremos adoptando todas las medidas apropiadas para proteger la seguridad de nuestro personal y nuestras instalaciones», ha remachado.
Fuentes de seguridad citadas por la cadena de televisión iraquí Al Sumaria habían indicado horas antes que «un dron ha sido derribado en la ‘Zona Verde’ del centro de Bagdad», poco después de que sonaran las alarmas en el edificio de la Embajada estadounidense.
En este sentido, el portal iraquí de noticias Basnews señaló que los sistemas de defensa antiaérea de la legación diplomática respondieron a un ataque y vídeos que circulan en redes sociales muestran un ‘C-RAM’ disparando desde los alrededores.
El incidente tuvo lugar horas después de un ataque con cohetes contra la base militar de Ain al Assad, según confirmó el portavoz de la coalición internacional contra Estado Islámico, Wayne Marotto.
Marotto subrayó a través de su cuenta oficial en la red social Twitter que un total de tres proyectiles impactaron «en el perímetro de la base». «No hay heridos y los daños están siendo valorados», agregó, sin que por ahora haya reclamación de la autoría del ataque.
Durante los últimos meses se han producido numerosos ataques contra la ‘Zona Verde’ y el aeropuerto de la capital, así como contra otras partes en las que operan compañías iraquíes que trabajan para la coalición internacional que encabeza Estados Unidos y objetivos de la propia coalición.
Los incidentes han sido achacados principalmente a milicias apoyadas por Irán, algunas de ellas integradas en las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) –uno de los elementos aliados de las fuerzas de seguridad iraquíes en la ofensiva contra Estado Islámico–, acusadas también del asesinato de activistas y manifestantes durante las protestas antigubernamentales que se suceden durante los últimos meses.
Estados Unidos ha llevado a cabo varios bombardeos contra posiciones de las FMP en respuesta a estos ataques, incluido uno ejecutado a finales de junio en la frontera entre Siria e Irak que se saldó con varios muertos, tras lo que las FMP prometieron responder contra objetivos estadounidenses.