Un potente deslave, con un torrente de agua negra y escombros, se estrelló contra filas de viviendas en una ciudad al oeste de Tokio tras las fuertes lluvias del sábado y dejó al menos 19 desaparecidos, según las autoridades.
Docenas de viviendas han podido quedar sepultadas en Atami, un lugar conocido por sus aguas termales, dijo Takamichi Sugiyama, vocero de la prefectura de Shizuoka.
La televisora pública NHK elevó el número de desaparecidos a 20, pero Sugiyama señaló que las autoridades locales confirmaron al menos 19, aunque advirtió que la cifra podría aumentar.
Las lluvias torrenciales han azotado partes de Japón desde principios de semana. Los expertos dicen que la tierra se ha soltado, lo que aumenta el riesgo de deslaves en un país lleno de montañas y valles.
Según Sugiyama, en la zona llovió con intensidad durante toda la mañana. Las fuerzas de autodefensa colaborarán con los bomberos y la policía en la operación de rescate, agregó. Las autoridades han emitido avisos de evacuación para una zona amplia.
Las imágenes muestran una potente corriente de lodo negro bajando por la ladera de una montaña, derribando y aplastando viviendas y arrollando autos a su paso. Los indefensos vecinos observaban con horror, algunos grabando con sus celulares.
Las imágenes de NHK TV mostraron parte de un puente que se vino abajo.
Atami es un pintoresco balneario de montaña en la prefectura de Shizuoka, a unos 100 kms (60 millas) al suroeste de Tokio. En la zona afectada por el deslave, Izusan, hay centros termales, zonas residenciales, calles comerciales y un conocido santuario.