Los ojos de Chris Paul se llenaron de lágrimas. Un mensaje en sus zapatillas escrito en letras negras lo decía todo: No podemos renunciar ahora.
No ahora que, tras 16 años, jugará por fin en la serie por un título de la NBA.
Chris Paul guió a los Suns de Phoenix a su primera aparición en la Final de la NBA en 28 años luego de vencer ayer 130-103 a los Clippers de Los Ángeles para cerrar la final de la Conferencia Oeste en seis encuentros.
«Yo estaba en una misión de no perder», dijo Paul. «Son muchas emociones. Muchas cosas en marcha».
Paul anotó 41 puntos y Devin Booker añadió 22 para llevar a los Suns a su tercera aparición en una Final de la NBA en la historia de la franquicia. Ahí se encontrarán con el ganador de la final del Este entre los Hawks de Atlanta y los Bucks de Milwaukee, serie que está empatada 2-2.
«Estaba cansado», dijo de Paul el técnico de los Suns Monty Williams. «Todavía estaba haciendo esas jugadas, llegando a la canasta, triples, organizándolo todo».
«Ha perseverado pese a mucho, lesiones, decepciones en playoffs».
Paul se perdió los dos primeros juegos contra los Clippers tras dar positivo en coronavirus. Se lesionó el hombro en la primera ronda contra los Lakers. A eso se suman numerosas cirugías y llegar a las finales de conferencia una vez, en la que no logró ganar.
Paul alcanzó la Final de la NBA por primera vez en el mismo Staples Center donde ayudó a darle un poco de respeto a los Clippers durante sus seis campañas con el equipo. El base de 36 años castigó a su exequipo y empató su marca personal de postemporada.
Los Suns llegaron a la Final de la NBA por última vez en 1993 de la mano de Charles Barkley. Phoenix cayó ante Michael Jordan y los Bulls de Chicago en seis encuentros.
Su única otra aparición en la Final fue en 1976, cuando perdieron en seis juegos ante los Celtics de Boston.
«Estoy tan contento por todos los que me rodean», dijo Paul en la cancha tras el encuentro. «Y los Clippers son mi familia también. Estos hinchas, Billy Crystal, son mi familia también. Es un equipo por el que tengo el máximo respeto, siempre seré un Clipper».
«Pero este grupo, este grupo de aquí…», dijo haciendo un gesto a sus compañeros de los Suns con sus gorras de las finales de la NBA.
El trofeo del Oeste brillaba bajo las luces del estadio mientras los asistentes con el naranja de los Suns superaban con sus vítores a los abucheos de la hinchada de los Clippers. La familia de Paul, incluido su hijo de 12 años, Chris, celebró la victoria en una suite.
«Eso es lo que vinimos a conseguir esta noche, de modo que no queríamos volver a Phoenix sin él», dijo Booker.