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La organización de salud pública que administra el programa respaldado por la ONU para enviar vacunas contra el COVID-19 a países pobres ha reducido sus previsiones de este año en más de 100 millones de dosis debido en gran medida a que un fabricante crucial en la India se ha concentrado en las necesidades del propio país.
Gavi, la Alianza de Vacunas, dice que el programa COVAX podrá distribuir algo menos de 1.900 millones de dosis este año —incluidas 1.500 millones provistas gratuitamente a 92 países pobres— cuando la meta original era de más de 2.000 millones de dosis.
El déficit se debe a que el Serum Institute of India, uno de los principales productores de vacunas para COVAX, se ha concentrado en la distribución en el país, que sufre un fuerte aumento del contagio que el gobierno tiene dificultades para controlar.
Hasta el momento, COVAX ha distribuido unos 90 millones de dosis, muy lejos de sus planes iniciales.
Los anuncios recientes de países ricos como Estados Unidos, de que han llegado o están cerca del exceso de oferta y donarán los excedentes, crean esperanzas de reducir el déficit en varios cientos de millones de dosis, según un funcionario de Gavi.
Persisten incertidumbres, entre otras, sobre si el Serum Institute reanudará sus exportaciones; los reguladores autorizarán nuevas vacunas como la de Novavax, otro proveedor crucial; y cuándo llegarán las donaciones de los países que las han anunciado.
La Organización Mundial de la Salud ha exhortado reiteradamente a los países ricos a que liberen las reservas o los derechos a las vacunas para remediar la inequidad de acceso a la inmunización. Dice que la enorme mayoría de las vacunaciones se han aplicado en el mundo desarrollado.