Un perro rabioso importado a Estados Unidos este mes desató una investigación de salud pública en varios estados.
Autoridades de salud dicen que un perro traído a Estados Unidos desde Azerbaiyán que fue a dar con una familia en el condado Chester, Pensilvania, empezó a actuar extrañamente. Posteriormente dio positivo a rabia y fue sacrificado. Al menos 12 personas estuvieron expuestas al animal.
El perro era uno de 34 animales –33 perros y un gato– importados por una organización de rescate animal de Azerbaiyán al Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago el 10 de junio.
Los animales no estuvieron en la cabina del avión ni en la terminal principal del aeropuerto. No se considera que los viajeros que pasaron por O’Hare estén en riesgo, pero las autoridades de salud están verificando para ver si otros animales que venían en el grupo están infectados, y aún están rastreando a los nuevos propietarios de las mascotas.
La rabia ya no suele contagiarse regularmente entre los perros en Estados Unidos, pero se considera que los animales importados representan un riesgo de nuevos brotes.
Agencias federales están trabajando con autoridades de salud en Pensilvania, Illinois, Indiana, Nueva Jersey y Nueva York en torno a la investigación.
Es el cuarto perro con rabia importado a Estados Unidos desde 2015. Los tres previos eran perros de rescate que llegaron con certificados de vacunación contra la rabia que posteriormente se determinó eran fraudulentos.
Esta semana, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades anunciaron que a partir del 14 de julio impondrán una prohibición de un año a la importación de perros de más de 100 países –incluyendo Azerbaiyán– donde la rabia sigue siendo un problema. Se impuso la prohibición debido a un incremento en el número de cachorros a los que se les denegó la entrada porque no tenían la edad suficiente para estar totalmente vacunados.