Rodulfo Santizo
La corrupción en Guatemala no es solo un conjunto de casos aislados, se trata de una costumbre enraizada en la relación de una parte de la clase política que gobierna con el entorno económico privado, crimen organizado y algunos grupos de poder que la sociedad ha dejado empoderarse y que desde afuera planifican como coptar las instituciones, iniciando por los partidos políticos que son formados para satisfacer intereses de estos sudo sectores que siempre han tenido cuotas de poder para seguir este maquiavélico plan de corrupción e impunidad que todos conocemos y que desgraciadamente como dijo el mal recordado Jimmy Morales, esto ya se convirtió en una verdadera normalidad.
Como parte y miembros de una sociedad guatemalteca con muchos principios y valores como la honestidad, hemos dejado que estos sectores nos estén utilizando a su sabor y antojo, siendo ellos unos cuantos que en porcentaje son minúsculos y nosotros los buenos que somos el mayor porcentaje de población nos hemos acomodado, dejando que ellos decidan por las grandes mayorías, utilizando los recursos que corresponden a toda la población.
Hay formas para combatir estos flagelos que tanto daño nos hacen, dejando por un lado la retórica de enfrentamiento entre derecha e izquierda, identificando entre la sociedad aquellos liderazgos que puedan influenciar positivamente y que busquemos una verdadero dialogo donde lleguemos a acuerdos mediante el consenso, porque es justo y necesario que aparezcan esos facilitadores que tanta faltan hacen al país.
Olvidemos la clase política actual, incrustada en negociaciones obscuras en casi todas las organizaciones políticas partidistas, las cuales usan mecanismos de participación manejadas por caciques y que están obsoletas y muy desgastadas, sin credibilidad alguna; es tiempo de dar un paso firme al frente porque aquí en este nuevo entendimiento tenemos cabida todos los buenos guatemaltecos, dejemos por un lado la descalificación y la calumnia, entremos en un proceso de reconciliación siendo tolerantes con aquellos que toman posturas de desintegración del tejido social.
Todos somos necesarios, porque el guatemalteco quiere un país diferente, en nuestro caso como migrantes en el extranjero queremos una nación diferente a la que dejamos, deseamos desde oír las mejores noticias de nuestros territorios y también queremos participar en donde podamos demostrar que somos el principal soporte de la economía guatemalteca al enviar remesas que sirven para mover esos mercados de consumos, progreso, educación, turismos, salud, etc.
Hago un llamado a toda esa gente en los diferentes sectores a que nos unamos y hagamos una mejor sociedad teniendo una participación cívica y ciudadana de altura donde impere la decencia, honestidad, responsabilidad, credibilidad para buscar los cambios en una Carta Magna que dé espacios por igual a todos los que intervienen en el desarrollo del país y no solo a los del privilegio de siempre.
Establezcamos esquemas de confianza colectiva con verdaderos sistemas auditoria social porque donde se manejan fondos y recursos económicos debe haber buenos sistemas de control. Ya basta, es hora de actuar y esto no es insurrección, es simplemente la realidad y un llamado a la reflexión y acción inmediata, porque da a los buenos nos hierve la sangre ver como tanto Hijo de Yegua se enriquece con los recursos de los guatemaltecos, con mis disculpas a las benditas Yeguas! Minchitoss1