El Ejército ruso creará 20 unidades nuevas en el oeste del territorio este año para contrarrestar lo que considera una amenaza en ciernes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, hizo el anuncio el lunes durante una reunión con militares de alto rango. Apuntó a un número creciente de vuelos de bombarderos estratégicos de Estados Unidos cerca de las fronteras rusas, despliegues de barcos de guerra de la OTAN y ejercicios cada vez más frecuente e intenso de las fuerzas de la alianza.
Shoigu acusó que tales acciones «destruyen el sistema de seguridad internacional y nos obliga a tomar contramedidas relevantes».
«Crearemos otras 20 unidades y formaciones en el Distrito Militar Oeste hasta que finalice el año», detalló Shoigu.
Agregó que las unidades militares en el occidente de Rusia han comisionado casi 2,000 piezas nuevas de arsenal este año.
El mes pasado, un aumento considerable de tropas en el sur y suroeste de Rusia, cerca de la frontera con Ucrania, generó preocupación de las autoridades ucranianas y de Occidente, que exhortaron a Moscú a retirar sus fuerzas.
Rusia anexó a su territorio la península ucraniana de Crimea en 2014 luego del derrocamiento del presidente de Ucrania que sostenía lazos con Moscú y posteriormente apoyando a los rebeldes separatistas en el este de Ucrania. Más de 14,000 personas han muerto en siete años de enfrentamientos en esa zona.
Rusia ha retirado parte de sus tropas en su región occidental después de maniobras de gran alcance en abril, pero Shoigu les ordenó que dejaran su armamento para para los ejercicios militares rusos Zapad 2021 a realizarse en septiembre.
El ministro de Defensa señaló el lunes que los preparativos de los ejercicios, que serán realizados en conjunto con Bielorrusia, ahora se encuentran en su etapa final y subrayó que las maniobras tienen una «naturaleza exclusivamente defensiva».
La semana pasada, Rusia ofreció su apoyo político a su aliado Bielorrusia, que desvió un vuelo comercial de Ryanair que salió de Grecia con destino a Lituania a fin de arrestar a un periodista disidente. La Unión Europea denunció la desviación del vuelo como piratería y respondió prohibiendo los vuelos con bandera bielorrusa en su espacio aéreo y advirtiendo a las aerolíneas europeas que eviten el espacio aéreo de Bielorrusia.