BUCARAMANGA, Colombia (AP) — El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia confirmó hoy la renuncia “irrevocable” de la canciller Claudia Blum a su cargo cuando el país se encuentra en el foco de la comunidad internacional por las denuncias de abuso policial y falta de garantías en las manifestaciones.
En una carta dirigida al presidente Iván Duque, Blum le pide que su renuncia se haga efectiva de manera inmediata sin especificar las razones que la llevaron a abandonar el cargo que ostentaba desde noviembre de 2019.
El presidente no ha aceptado la dimisión formalmente.
“Le expreso mi gratitud enorme por la confianza que me otorgó al haberme nombrado en esta importante cartera, en la que trabajé con dedicación y entrega para promover y defender los principios y valores de la democracia, la legalidad, la equidad y el emprendimiento en la política exterior de Colombia”, se lee en la carta divulgada de manera oficial.
Blum reemplazó en el cargo al fallecido Carlos Holmes Trujillo, es una experimentada política tradicional colombiana, fue congresista y embajadora ante la ONU entre 2006 y 2010 durante el gobierno de Álvaro Uribe.
La decisión de Blum se conoce en medio de una tensión interna generada tras 15 días consecutivos de protestas masivas y en su mayoría pacíficas contra el gobierno, que comenzaron contra una impopular reforma tributaria que fue posteriormente retirada y derivaron en un reclamo generalizado contra las políticas de Duque y la violencia policial.
La comunidad internacional ha manifestado su preocupación desde que se empezaron a conocerse los primeros fallecimientos en las protestas, que suman 41 civiles y un policía según la Defensoría del Pueblo. La Fiscalía concluyó que en tres casos los presuntos responsables fueron policías.
El Sistema de Naciones Unidas en Colombia pidió el 7 de mayo en un comunicado la garantía del derecho a la libertad de reunión pacífica y la protesta y el respeto de los derechos humanos. Ese mismo día, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, condenó “los casos de tortura y asesinato cometidos por las fuerzas del orden”.
Estados Unidos, principal aliado de Colombia, se ha pronunciado en defensa de la protesta pacífica y ha pedido garantías. El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo la víspera que condena la violencia y el vandalismo e hizo “un llamado a la policía a respetar los derechos de los manifestantes pacíficos”.
La cancillería al mando de Blum había asegurado días atrás que estaba garantizada la protesta pacífica en el país. No obstante, agregó, había “vándalos y actores violentos” que agredían «a la ciudadanía y a la fuerza pública”. Ante los pronunciamientos de varios embajadores de otros países, el 5 de mayo la cancillería informó que en una reunión con el cuerpo diplomático acreditado Blum les explicó “en forma contundente que Colombia es un Estado de Derecho con instituciones democráticas sólidas”.
“Creo que pudo haber pesado en su salida la airada respuesta a la comunidad internacional… Si bien es cierto que la línea del Estado colombiano ha sido mostrarse como un garantista de la ley, se hubiera podido buscar la conciliación, tener un tono más empático frente a la protesta”, dijo a The Associated Press Rafael Piñeros, coordinador de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.