Por MEAD GRUVER
CHEYENNE, Wyoming, EE. UU.
Agencia AP
Para los republicanos pro-Trump, echar a Liz Cheney de su puesto de conducción del bloque del partido en la Cámara de Representantes fue relativamente fácil. Echarla de la cámara será otra cosa.
El castigo a Cheney por sus críticas al expresidente Donald Trump y sus incondicionales ha generado un elenco tan nutrido de retadores en las primarias republicanas de Wyoming que en última instancia podría ayudarla a volver a ganar el año próximo. Tiene además una cantidad de fondos para la campaña y un legado familiar que la han ayudado antes.
Con todo, no cabe duda de que su campaña de denuncias contra las mentiras de Trump sobre el supuesto fraude en la elección de 2020 le ha dado municiones a sus adversarios y de paso ha reflotado antiguas quejas de que está más en contacto con la gente en Washington que en Wyoming.
Los deseosos de competir en las primarias republicanas de Wyoming en agosto de 2022 tienen todavía un año de plazo para inscribirse, pero ya lo han hecho al menos seis.
El elenco creciente, que incluye desde un coronel retirado hasta un fabricante de té kombucha, preocupa a los oponentes tanto como a los aliados de Cheney.
«Van a ser demasiados. Probablemente van a dividir el voto», dijo Mark Falk, un vecino de Cheyenne que piensa votar contra Cheney.
Trump ha prometido respaldar a quien enfrente a Cheney, pero la oportunidad para los oponentes de la legisladora de reducir el campo tal vez ha pasado. Un proyecto de ley, respaldado por Donald Trump hijo para instituir desempates en las primarias, fue rechazado por la legislatura en marzo debido a los costos y para evitar precipitarse a modificar las leyes electorales.
Por su parte, Cheney ha demostrado que es capaz de superar la ignominia para imponerse en una multitud de republicanos, como sucedió la primera vez que la eligieron. Después de abandonar un muy criticado intento de llegar al Senado, se presentó para la cámara en 2016 y obtuvo casi el doble de votos que su principal contendiente en una primaria con nueve precandidatos.
Desde entonces ha superado fácilmente a oponentes republicanos y demócratas al tiempo que ha creado un tremendo aparato de recaudación de fondos. Entre enero y marzo recaudó 1,5 millones de dólares, su mejor trimestre hasta el momento.
Su presencia nacional como hija del ex vicepresidente Dick Cheney es otro punto a su favor. Y hasta podría beneficiarse con su estatus de republicano favorito de los demócratas. Wyoming permite el empadronamiento de los votantes, y los demócratas frecuentemente cambian de padrón para votar en una primaria republicana disputada.