Por EDUARDO VERDUGO
ISLA MUJERES, México
Agencia AP
Con el himno zapatista de fondo y después de izar una gran pancarta con la leyenda «una travesía por la vida», una delegación de siete indígenas partió ayer desde Isla Mujeres, en el Caribe mexicano, en un viaje en velero para simular una invasión a Europa en recuerdo de la conquista de México por parte de los españoles hace 500 años.
Con el puño izquierdo en alto, cuatro mujeres, dos hombres y una mujer transexual, vestidos con gorras, cubrebocas y pañoletas rojas en el cuello, se despidieron de medio centenar de personas que los acompañó en su partida desde el puerto de Isla Mujeres, en el estado sureño de Quintana Roo.
Desde el centenario y gran velero Stahlratte, al que los zapatistas bautizaron como «La Montaña», la delegación inició el viaje rumbo a Madrid, a donde espera llegar el 13 de agosto cuando se cumplen los 500 años de la caída de Tenochtitlán, la capital del imperio mexica, a manos de Hernán Cortés.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) —la guerrilla que se alzó en armas en 1994—, dijo en un comunicado que esperan desembarcar en Vigo, en la costa atlántica del Norte de España, para luego ir a Madrid y a una veintena de países europeos.
El viaje estaba previsto para comenzar el 3 de mayo, pero la delegación zapatista decidió adelantarlo un día por aparentes problemas de mal tiempo.
Moisés, subcomandante del EZLN, afirmó que a diferencia del viaje que los españoles emprendieron hace 500 años, en esta oportunidad la delegación zapatista realizará una invasión simbólica para «sembrar vida».
«Nosotros queremos saber más cómo están los otros mundos. Queremos escuchar, queremos compartir para saber cómo están, para aprender», dijo el subcomandante al explicar los motivos del viaje.
El EZLN expresó en un comunicado que viajarían a Europa para decirles a los españoles que «seguimos en resistencia y rebeldía», y que «ya basta de jugar con el pasado lejano para justificar, con demagogia e hipocresía, los crímenes actuales y en curso».
El viaje de los zapatistas se da antes de la «ceremonia del perdón» al pueblo maya que el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador realizará en Chetumal, capital de Quintana Roo, y donde estará acompañado por el presidente de Guatemala Alejandro Giammattei.
López Obrador se asume como el gran defensor de los pueblos indígenas, pero muchos colectivos de pueblos originarios y organizaciones ecologistas y de derechos humanos han criticado algunas de sus políticas, en particular las relacionadas con megaproyectos de infraestructura.
Frente a la postura oficial de México, el EZLN — una guerrilla que nunca entregó sus armas aunque desde hace décadas optó por el activismo social y la autogestión de sus territorios — ha dejado en claro que no le interesa que nadie les pida perdón.