En esta imagen de archivo, el submarino indonesio KRI Nanggala navega en aguas de Tuban, Java Oriental. Foto La Hora/AP/Eric Ireng.

Por NINIEK KARMINI
YAKARTA, Indonesia
Agencia AP

Barcos de la marina indonesia buscaban hoy a un submarino que probablemente se hundió a demasiada profundidad como para recuperarlo, lo que reducía mucho las posibilidades de sobrevivir de sus 53 tripulantes. Varios países vecinos se preparaban para sumarse a la compleja operación.

El KRI Nanggala 402, un submarino diésel, no realizó un reporte programado durante unas maniobras el miércoles. Las autoridades reportaron una mancha de aceite y olor a combustible diésel cerca de donde había comenzado su última inmersión, unos 96 kilómetros (60 millas) al norte de la isla turística de Bali, aunque no había pruebas definitivas que conectaran la mancha con el submarino.

Se estima que el submarino tendría oxígeno hasta las 3 de la madrugada del sábado, según dijo a la prensa el jueves el jefe del Estado Mayor de la Armada indonesia, el almirante Yudo Margono. Los rescatistas encontraron un objeto no identificado con un alto magnetismo en la zona, que las autoridades esperaban fuera el submarino.

Las autoridades indonesias creían que el submarino se había hundido a una profundidad de entre 600 y 700 metros (de 2.000 a 2.300 pies), mucho más que el límite de profundidad de unos 200 metros (656) estimado por una empresa que reacondicionó la embarcación entre 2009 y 2012.

La mayoría de los submarinos se destruyen si bajan más de 200 metros, debido a la presión sobre su casco, explicó Ahn Guk-hyeon, empleado de la firma surcoreana Daewoo Shipbuilding and Marine Engineering. La compañía renovó buena parte de los sistemas y estructuras internas del submarino indonesio, señaló, pero no tiene información actualizada porque no ha trabajado en la embarcación en los últimos nueve años.

Frank Owen, secretario del Instituto Submarino de Australia, también dijo que el submarino podría estar a demasiada profundidad para que operase un equipo de rescate.

«La mayoría de los sistemas de rescate sólo están evaluados hasta unos 600 metros (1.969 pies)», explicó. «Pueden bajar más porque tendrán un margen de seguridad en el diseño, pero las bombas y otros sistemas asociados con eso podrían no tener capacidad para operar. De modo que pueden sobrevivir a esa profundidad, pero no necesariamente operar».

Owen señaló que el submarino podría recuperarse desde 500 metros (1.640 pies) sin daños, pero no podía decir si habría implosionado a 700 metros (2.297 pies).

En noviembre de 2017, un submarino argentino desapareció en el Atlántico Sur con 44 tripulantes, casi un año antes de que se localizara el pecio a una profundidad de 800 metros (2.625 pies). En 2019 murieron 14 marineros debido a un incendio en un sumergible ruso de investigación de aguas profundas.

Barcos, submarinos y aeronaves de la marina indonesia participaban en la búsqueda, según el Ejército, mientras que un buque de prospecciones oceanográficas con equipos de detección submarina iba camino del lugar. Las autoridades dijeron que aún no habían logrado contactar con el submarino desaparecido.

Se esperaba que el sábado llegaran a la zona buques de rescate de Singapur y Malasia. También Australia, Estados Unidos, Alemania, Francia, Rusia, India y Turquía ofrecieron asistencia, señaló el Ejército.

«Esto parece una terrible tragedia y está en una zona de aguas muy profundas, tal vez de 7(00) u 800 metros (entre 2.297 pies y 2.625 pies) de profundidad», dijo el ministro australiano de Defensa, Peter Dutton, a Sydney Radio 2GB.

En el submarino viajaban 49 tripulantes, su comandante y tres artilleros, según el Ministerio indonesio de Defensa.

La Marina dijo que podría haberse producido un fallo eléctrico durante la inmersión, que hiciera que el submarino perdiera el control y no pudiera ejecutar los procedimientos de emergencia que le habrían permitido volver a la superficie.

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