La Fiscalía contra la Corrupción ha sido una de las que la Fiscal General utiliza para mantener entretenidos varios casos que implican a quienes gozan de su protección, una de las razones por las cuales ciertos grupos que también la disfrutan le otorgan pomposos reconocimientos que pretenden compensar el vacío que debe haber sentido cuando los enviados especiales de Washington no se reunieron con ella, no obstante que presume mucho de su excelente relación con la Embajada.
Sin embargo, ayer en esa fiscalía hubo un extraño viraje cuyas razones habrá que indagar para entender lo que ocurre en ese intrincado ambiente de la persecución penal en Guatemala. Ocurre que se pidió una orden de captura adicional contra Mynor Moto, el polémico personaje que está por ser investido nuevamente como Juez para que pueda gozar de inmunidad-impunidad. Esta vez la captura se pide por el papel que el juzgador tuvo al conocer el caso conocido como Libramiento de Chimaltenango que no ha procesado la Fiscalía Especial Contra la Impunidad sino la Fiscalía contra la Corrupción a cargo del Fiscal Campos.
No es común que se dé ese tipo de pasos en esa Fiscalía y menos contra quien ha sido una especie de niño bonito de todos los que han operado en el tejido de la corrupción, lamentablemente tan extenso y tupido en Guatemala. Por ello calificamos de extraño el viraje que se produce casi simultáneamente con el pomposo homenaje que le rindió el poderoso CACIF a la Fiscal General Consuelo Porras, en lo que es sin duda un importante consuelo luego de que la vieran de menos los enviados de la administración de Estados Unidos que vinieron para expresar su compromiso con la lucha por transformar a nuestro país para evitar que siga expulsando a su gente como consecuencia de que, vía corrupción, unos pocos acaparan todos los beneficios y riqueza mientras que somos uno de los pocos países del mundo donde no sólo no se reduce la pobreza sino que va en aumento.
Mynor Moto parece empezar a quedarse en soledad luego de sus servicios que, justo es decirlo, fueron tan importantes para proteger a los implicados en la corrupción. Sus colegas en el sistema de justicia, desde luego, harán todavía hasta lo imposible para otorgarle la inmunidad que le proteja pero cuando hasta la Fiscalía Contra la Corrupción mueve un dedo, algo muy serio tiene que estar ocurriendo y su futuro empieza a verse menos claro de lo que lo tenían hasta ayer en la mañana quienes controlan la carrera judicial.