MADRID
Agencia DPA/Europa Press
En el último informe del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, sobre el cumplimiento del acuerdo de paz en Colombia ha reiterado la urgencia de frenar la violencia contra excombatientes, líderes sociales y defensores de Derechos Humanos, algo para lo que la fuerza pública debe aumentar su presencia.
En este sentido, el máximo representante de la ONU ha insistido en que para conseguir una paz duradera en Colombia es necesario consolidar una presencia integrada del Estado en todo el país.
El documento, que abarca el período del 28 de diciembre de 2020 al 26 de marzo de 2021, destaca la concentración de la violencia en algunas regiones y lo achaca a «la escasa presencia del Estado, la pobreza y la proliferación de actores armados ilegales que se disputan las economías ilícitas».
Por otro lado, el informe denuncia la violencia contra comunidades afrocolombianas e indígenas en la región del Pacífico, que se traduce en desplazamientos masivos. Destaca, en particular, la situación de Buenaventura, al oeste del país, donde la seguridad se ha deteriorado con enfrentamientos que han afectado severamente a miles de civiles.
Además, el secretario general considera «fundamental finalizar las 13 hojas de ruta para la estabilización pendientes» del Acuerdo de Paz, «tomando debidamente en consideración las prioridades identificadas por las comunidades».
En referencia al acuerdo, también destaca que es necesario seguir avanzando en la adjudicación de tierras a los campesinos para cumplir el objetivo de transformar el campo.
Asimismo, para evitar la resiembra y la recaída en el ciclo de economías ilegales que alimentan la violencia es esencial hacer todos los esfuerzos posibles por asegurar que más familias que participan en el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, que ha demostrado que merece ser protegido y desarrollado, tengan acceso a oportunidades productivas sostenibles.
En el periodo que abarca el documento, 14 excombatientes han sido asesinados, lo que eleva la cifra a 262 desde la firma del acuerdo. En cuanto a los líderes y defensores de Derechos Humanos la ONU ha sido notificada en los últimos tres meses de 25 homicidios y diez masacres en las que murieron «un gran número de civiles», mientras que otras 12 están siendo verificadas.
Guterres valora positivamente el diálogo constructivo iniciado entre el Gobierno y el exlíder de las FARC, ahora líder del partido Comunes, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’.
Por último, el secretario general ha remarcado que 2021 será «decisivo» para la labor del sistema de justicia transicional de Colombia y ha asegurado que le alientan «los avances logrados en el esclarecimiento de capítulos dolorosos del conflicto armado».
«Para que el sistema tenga éxito en la defensa de los derechos de las víctimas y en sentar las bases de la reconciliación», ha continuado, es necesario que excombatientes, miembros de la fuerza pública y terceros en el conflicto proporcionen «un relato exhaustivo y veraz de los crímenes cometidos, reconozcan sus responsabilidades y contribuyan a la reparación».