Víctor Ferrigno F.

Jurista, analista político y periodista de opinión desde 1978, en Guatemala, El Salvador y México. Experiencia académica en las universidades Rafael Landívar y San Carlos de Guatemala; Universidad de El Salvador; Universidad Nacional Autónoma de México; Pontificia Universidad Católica del Perú; y Universidad de Utrecht, Países Bajos. Ensayista, traductor y editor. Especialista en Etno-desarrollo, Derecho Indígena y Litigio Estratégico. Experiencia laboral como funcionario de la ONU, consultor de organismos internacionales y nacionales, asesor de Pueblos Indígenas y organizaciones sociales, carpintero y agro-ecólogo. Apasionado por la vida, sobreviviente del conflicto armado, luchador por una Guatemala plurinacional, con justicia, democracia y equidad.

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Víctor Ferrigno F.

Durante el conflicto armado interno, el ejército y la oligarquía no solo perpetraron un brutal genocidio contra los pueblos originarios, arrasando cientos de aldeas, sino que también se ensañaron contra la democracia y la inteligencia. Miles de intelectuales demócratas fueron asesinados, desaparecidos o exiliados. Entre ellos destacó Manuel Colom Argueta, un estadista joven y brillante, quien fue asesinado hace 42 años, el 22 de marzo de 1979, siete días después de haber logrado inscribir a su partido, el Frente Unido de la Revolución (FUR).

Meme Colom nació en 1932, se formó en el Instituto Central para Varones y se graduó de abogado en la Universidad de San Carlos a los 25 años. Alternó sus estudios con una activa participación política en el ámbito universitario y nacional.
Recién graduado, gana una beca y parte a Italia a formarse en Derecho del Trabajo y urbanismo. En 1960 se integra al Movimiento 13 de Noviembre, dirigido por sub-oficiales del Ejército en contra de Ydígoras Fuentes, del cual se distancia por diferencias respecto a la lucha armada. Un año después, junto a otros patriotas, funda la Unión Revolucionaria Democrática, esfuerzo organizativo al que le dedicará 28 años, hasta lograr la inscripción del Frente Unido de la Revolución, aún a costa de su vida.

En 1961, fue uno de los fundadores del partido político Unidad Revolucionaria Democrática (URD), que lideró la oposición al gobierno del General Miguel Ydígoras Fuentes y, posteriormente del Coronel Peralta Azurdia. En 1964, Colom fue nombrado Secretario General de la URD. Al año siguiente, volvió a Florencia, Italia, para estudiar planificación urbana.

En 1970, la URD, inscrita como comité cívico, lo propuso como candidato a alcalde de la ciudad de Guatemala, y ganó las elecciones con amplio margen. Simultáneamente, el general Carlos Manuel Arana Osorio –el Chacal de Oriente- triunfa en las elecciones presidenciales, en primera vuelta, y fue ratificado por el Congreso de la República el 22 de marzo de 1970.

Así se instalan, por la vía electoral, dos visiones de gobierno de signo contrario: la del alcalde revolucionario, enfrentada al del presidente contrainsurgente, sindicado por las Agencias de Inteligencia de la Defensa de los Estados Unidos de miles de secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos. (Prensa Libre, 29 de febrero de 2016). Arana y el Ejército se convertirán en el principal obstáculo del Alcalde Metropolitano.

El tema de un programa nacional, que contuviera las directrices del cambio que Guatemala necesitaba, fue otra de sus grandes preocupaciones, compartida con figuras de la talla de Adolfo Mijangos. En 1966, la Editorial Costa Amic les publica «Bases para el desarrollo económico social de Guatemala», documento que constituirá la plataforma político-programática de esta corriente.

Así, el FUR liderado por Colom Argueta, se convirtió en una alternativa real y democrática de poder, con un amplio apoyo popular. Por eso lo asesinaron con tanta sevicia, siete días después de inscribir al partido, el 22 de marzo de 1979, en un operativo dirigido por el alto mando del Ejército. La Comisión de Esclarecimiento Histórico reseñó, con rigor y detalle, lo que constituye un crimen de Estado que debe ser aclarado y juzgado.

Manuel Colom, sus afanes democráticos y su inteligencia fueron asesinados por ombres cobardes, que no se merecen la hache de humanos. Sosteniendo el cadáver acribillado, su hermana Lulú Colom manifestó: “Te han matado hermano querido, pero prefiero verte muerto y no vendido a los grupos que detentan el poder. No lamento tu muerte y no lloro sólo por ti, pues lloro este baño de sangre que se está viviendo en el país”.

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