Por ROBERT BURNS
WASHINGTON (AP) — Un nuevo acuerdo con Seúl para compartir el gasto de mantener fuerzas estadounidenses en la península coreana es una prueba de que el presidente Joe Biden está modificando la posición de Estados Unidos con respecto a las alianzas en Asia y más allá. Demuestra que hará concesiones a los aliados para crear unidad en la competencia contra China y Rusia.
El entonces presidente Donald Trump había exigido a Corea del Sur que pagara miles de millones de dólares para mantener a las fuerzas estadounidenses. Consideraba que Estados Unidos era esquilmado por parásitos que se hacían pasar por aliados. Insistió que el gobierno surcoreano quintuplicara su aporte. Seúl se negó, la diplomacia fue inútil y las relaciones con un aliado empezaron a deteriorarse.
Biden, en cambio, aceptó un aumento inmediato de 13,9% seguido de aumentos posteriores y con ello quedó resuelto el asunto.
Biden considera que las alianzas eficaces son cruciales para competir con China cuyo gobierno considera la mayor amenaza a largo plazo a la seguridad estadounidense, junto con Rusia. Su promesa de enfocarse más en Asia es similar a las de los dos gobiernos anteriores, aunque ambos vieron sus planes frustrados por la agitación persistente en el Medio Oriente. Esos obstáculos persisten como lo indica que el primer ataque militar ordenado por Biden fue, que se sepa, a blancos extremistas en Siria.
El viernes Biden mantendrá una reunión virtual con los mandatarios de tres potencias regionales: India, Australia y Japón. La Casa Blanca dice que es una señal de su compromiso de buscar alianzas en la región Asia-Pacífico. También enviará a los secretarios de Estado, Antony Blinken, y de Defensa, Lloyd Austin, la semana entrante a Japón y Corea del Sur para consultas sobre seguridad. De regreso, Blinken se sumará al asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, para mantener conversaciones con funcionarios chinos en Alaska.
Unos días antes de las elecciones de noviembre, Biden reveló sus intenciones para con Seúl en un artículo de opinión para la agencia noticiosa estatal surcoreana Yonhap. Dijo que la alianza estaba “forjada con sangre” y que buscaría un nuevo enfoque con Seúl en caso de ganar.