Por MARÍA VERZA
CIUDAD DE MÉXICO
Agencia AP
El presidente Alberto Fernández le pidió a México que se una a la propuesta que quieren plantear Argentina y Francia en el G-20 para que la vacuna contra el COVID-19 sea considerada un bien global y se cedan sus derechos con el fin de que cualquier país pueda producirla.
Fernández lanzó la idea durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador en momentos en que su gobierno se encuentra inmerso en un escándalo por la vacunación de personas vinculadas al oficialismo que fueron inmunizadas de forma discrecional.
Y aunque en lo que respecta a su país criticó la investigación judicial en marcha contra el exministro de Salud involucrado en la polémica, en el terreno mundial defendió la idea de luchar por la justicia y la equidad para que todos los países puedan acceder a las vacunas.
La idea de declarar a la vacuna contra el coronavirus un «bien global» es algo que Fernández trabaja desde hace tiempo con su par francés Emmanuel Macron para que se «cedan los derechos intelectuales y que todos los países lo puedan (al fármaco) producir libremente en sus respectivos países», sostuvo el mandatario argentino.
López Obrador no se pronunció sobre esa propuesta, un tema que sería abordado en el encuentro que mantendrían después de la conferencia y que el argentino pareció adelantar de forma improvisada. Pero el mandatario mexicano sí insistió en la necesidad de que Naciones Unidas intervenga con más fuerza para evitar el acaparamiento porque el mecanismo que se creó para tal fin «no está funcionando» porque 10 países concentran el 80% de las vacunas del mundo.
«La ONU tiene que intervenir porque parece un florero, está de adorno», aseguró.
El mexicano tampoco hizo comentarios sobre el escándalo de las vacunaciones en Argentina aunque hace unos días, cuando surgió una polémica similar en Perú, criticó que los gobernantes utilicen sus privilegios para beneficiarse de un bien escaso.
Este es el segundo viaje de Fernández a México -el primero fue como presidente electo en noviembre de 2019- y la sintonía entre ambos mandatarios se hizo latente. A fines de 2019 ambos se unieron para dar refugio al expresidente boliviano Evo Morales cuando tuvo que huir de su país. Más tarde López Obrador medió en favor de Argentina en el delicado tema de su deuda pública.
Ahora hay un trabajo conjunto en el tema de la pandemia con un objetivo que Fernández dejó muy claro: liderar la política de la región y «trazar un eje que una a todo el continente».
El argentino fue el principal aliado del mexicano para que éste lograra un acuerdo con Rusia para la compra de la vacuna Sputnik V, cuyas primeras 200.000 dosis llegaron a Ciudad de México casi a medianoche del lunes. Y ambos países firmaron un contrato con la farmacéutica AstraZeneca para producir su fármaco en Argentina y envasarlo y distribuirlo desde México para toda América Latina.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard dijo que ya se han recibido 12 millones de dosis de dicho medicamento «que están en proceso de envasado» y que el objetivo final es tener 200 millones para repartir en la región.
Tanto México -con 126 millones de habitantes- como Argentina -con 45 millones- han superado los dos millones de casos confirmados de COVID-19 aunque el primer país tiene más de 180.000 fallecidos y el segundo más de 51.000.
En el proceso de vacunación ambos países llevan inmunizados un porcentaje similar de su población, en torno del 1%.
Ambos mandatarios defendieron su gestión de la crisis y López Obrador incluso dijo que a México le había ido mejor que a Estados Unidos, un país que tiene medio millón de muertos pero con una población 2,6 veces mayor que la mexicana.
«Es muy fácil juzgar con números», agregó Fernández. «Es muy difícil gobernar en la pandemia».