Estudiante camina hacia una universidad en Estados Unidos. Foto La Hora/DPA/Europa Press/Stephen Zenner/Zuma Press.

Por BRYAN ANDERSON
OCEAN ISLE BEACH, Carolina del Norte, EE. UU.
Agencia AP

Una tormenta invernal que dejó a millones de usuarios sin electricidad en medio de temperaturas históricamente bajas cobró más vidas ayer, incluidas las de tres personas que fueron localizadas muertas después de que un tornado azotó una localidad costera en Carolina del Norte y las de cuatro integrantes de una familia que fallecieron en un incendio en una residencia del área metropolitana de Houston mientras utilizaban una fogata para mantenerse calientes.

La tormenta que inhabilitó las redes eléctricas y paralizó las actividades en las llanuras del sur dejó fuertes nevadas y lluvias gélidas desde Nueva Inglaterra hasta el sureste de Estados Unidos, donde provocó temperaturas extremadamente bajas. Se emitieron alertas por factor de congelamiento desde México hasta Canadá.

En total, se han reportado 20 muertos en Estados Unidos. Entre algunas de las causas de fallecimiento había accidentes de tránsito y envenenamiento por monóxido de carbono. El clima también afectó las tareas de vacunación contra el COVID-19 en el país. El gobierno del presidente Joe Biden señaló que es posible que se registren demoras en el traslado y entrega de vacunas.

El condado de Brunswick, en Carolina del Norte, no puso atención suficiente al clima peligroso y no se emitió una alerta de tornado hasta que la tormenta ya había tocado suelo.

El Servicio Nacional de Meteorología quedó «muy sorprendido por lo rápido que se intensificó la tormenta… y en horas de la noche en que la mayoría de las personas ya están acostadas en casa, se crea una situación muy peligrosa», dijo el director de Servicios de Emergencia, Ed Conrow.

En Chicago las nevadas que alcanzaron los 46 centímetros (18 pulgadas) de acumulación obligaron a las escuelas públicas a cancelar las clases presenciales el martes. Horas antes, a lo largo del generalmente cálido Golfo de México, el esquiador Sam Fagg se encontró con nieve en la playa de Galveston, Texas.

Los peores apagones en Estados Unidos se registraron en Texas, donde afectaron más de 2 millones de viviendas y negocios. Más de 250.000 personas también se quedaron sin luz en partes de los Apalaches, y unas 200.000 personas resultaron afectadas tras una tormenta de hielo en el noroeste de Oregon, según poweroutage.us, un sitio web que rastrea los reportes de empresas de servicios públicos. En México, alrededor de 4 millones de personas se quedaron sin suministro eléctrico.

Autoridades de Texas solicitaron 60 generadores a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias y planeaban dar prioridad de uso a hospitales y asilos de ancianos. El estado instaló 35 albergues para más de 1.000 ocupantes, indicó la agencia.

Más de 500 personas se refugiaron en un albergue de Houston. El alcalde Sylvester Turner dijo que otros centros debieron cerrarse debido a la falta de energía.

Después de estar sin luz desde el lunes, Natalie Harrell dijo que ella, su novio y cuatro hijos comenzaron a refugiarse en la tienda Gallery Furniture de Houston. Harrell dijo que el centro de calentamiento del establecimiento, propiedad de Jim McIngvale, le ha brindado a la gente alimentos, agua y electricidad para cargar sus dispositivos electrónicos esenciales.

«Es peor que un huracán», declaró Harrell. «Creo que estaremos más días sin luz, eso es lo que parece».

Compañías de servicios públicos desde Minnesota hasta Texas implementaron una rotación de apagones para reducir la carga en el tendido eléctrico a fin de cumplir con la demanda extrema de calefacción y electricidad.

Los apagones de más de una hora comenzaron la madrugada del martes en Oklahoma City y cerca de una docena de comunidades, suspendiendo el uso de calefacción eléctrica, calentadores y luz justo cuando las temperaturas rondaban los -22 grados Celsius (-8° Fahrenheit).

Artículo anteriorGerardo Hernández asume como director del Hospital General San Juan de Dios
Artículo siguienteCovid-19: Salud reportó 777 nuevos contagios y 6,347 pruebas