Por ERIC TUCKER, LISA MASCARO y MARY CLARE JALONICK
WASHINGTON
Agencia AP
Los abogados de Donald Trump para su segundo juicio político acusaron ayer a los demócratas de emprender una campaña de «odio» contra el expresidente, en una apresurada defensa de las acciones y palabras del exmandatario previas a la invasión del Capitolio el 6 de enero que precipita al Senado hacia una votación definitiva sobre este histórico proceso.
El equipo de la defensa rechazó enérgicamente que Trump hubiera incitado la mortal rebelión y afirmó que haber exhortado a sus simpatizantes a «luchar con todo» durante el mitin previo a los hechos fue un discurso político rutinario. La defensa presentó un montaje de videos fuera de contexto en los que se ve a políticos demócratas, algunos de ellos hoy senadores que fungen como jurados, que también exhortan a sus partidarios a «luchar», a fin de crear un paralelismo con el discurso excesivamente encendido de Trump.
«Esta es retórica política ordinaria que es virtualmente indistinguible del lenguaje que ha sido utilizado por personas de todo el espectro político durante cientos de años», dijo Michael van der Veen, uno de los abogados de Trump. «Innumerables políticos han hablado de luchar por nuestros principios».
Pero la exposición difuminó la diferencia entre alentar en general la lucha por una causa y la lucha de Trump contra los resultados electorales nacionales aceptados oficialmente.
El entonces todavía presidente decía a sus seguidores que continuaran luchando después de que cada estado había verificado sus resultados, después de que el Colegio Electoral los ratificara y después de que las cortes rechazaran casi todas las demandas contra la votación presentadas por Trump y sus aliados.
El caso se dirige a paso veloz hacia una votación -quizá incluso el sábado- y posible exoneración en el Senado, donde demócratas y republicanos tienen el mismo número de bancas y donde se necesita una mayoría de dos tercios para que se declare culpable al exmandatario. Los abogados de Trump hicieron una presentación condensada que tardó menos de tres de las 16 horas que tenían disponibles.
El rápido giro que hicieron los abogados de las palabras de los demócratas se desvió del punto principal del juicio: si Trump incitó el asalto al Capitolio, y tuvo como propósito poner a la defensiva a los fiscales del juicio político y a los adversarios de Trump. Los abogados afirmaron que Trump simplemente dijo a la multitud que apoyara a los oponentes de sus adversarios en las elecciones primarias y presionara por una amplia reforma electoral.
Después de dos días en que los demócratas intentaron vincular las palabras de Trump con la violencia subsiguiente, incluso con un emotivo y crudo video, los abogados insinuaron que los demócratas típicamente han pronunciado el mismo discurso que Trump.
Pero en su intento por hacer ese paralelismo, los defensores minimizaron los esfuerzos realizados por Trump durante meses para socavar los resultados electorales y el llamado que hizo a sus seguidores a hacer lo mismo. Los demócratas aseguran que esa larga campaña, fundamentada en una «gran mentira», sentó las bases para que la turba se reuniera afuera del Capitolio y lo invadiera. Cinco personas perdieron la vida.
El viernes, mientras los abogados defensores repetían sus videos una y otra vez, algunos demócratas reían entre dientes y susurraban entre ellos cuando las caras de muchos de ellos salían en la pantalla. Algunos intercambiaron notas. El senador Richard Blumenthal levantó los brazos, al parecer divertido, cuando salió su cara. La senadora Amy Klobuchar movió los ojos hacia arriba. La mayoría de los republicanos observaban atentos.
Durante un receso, algunos bromearon sobre los videos y otros dijeron que eran una distracción o un «falso equivalente» con el comportamiento de Trump. «Bueno, escuchamos mucho la palabra ‘lucha'», comentó el senador independiente Angus King, quien se alinea con los demócratas.
El senador Michael Bennet dijo que le pareció que los abogados «presentaban argumentos débiles más que abordar hechos».
«Nosotros no les estábamos pidiendo que lucharan con todo para anular una elección», dijo Blumenthal.