Por MARY CLARE JALONICK
WASHINGTON
Agencia AP
Durante 90 tensos minutos, los senadores revivieron el horror.
Ya habían visto antes gran parte del video de la insurrección, pero no así: en pantallas cerca de sus escritorios, con los gritos y la angustia resonando en la cámara, al tiempo que los fiscales demócratas explicaban en detalle lo cerca que estuvieron del peligro el 6 de enero y cómo de peor pudo haber sido.
Si algunos senadores se habían sentido tentados a evitar ver imágenes de la violencia en el Capitolio, o de sepultar el recuerdo de haber huido de la turba violenta de partidarios del expresidente Donald Trump, ya no les fue posible.
«Vivimos esto una vez y fue horrible», dijo la senadora republicana Lisa Murkowski recordando cómo se sintió cuando abandonó la sala con sus colegas. «Y ahora lo estamos viviendo con una cronología más exhaustiva».
Aunque los videos del asedio han estado circulando desde el día del asalto, la explícita recopilación proporcionó una narrativa más completa, con un enfoque escalofriante en la búsqueda metódica de legisladores por parte de los asaltantes.
Las nuevas evidencias presentadas el miércoles incluyeron videos de seguridad del Capitolio que mostraron al senador republicano de Utah Mitt Romney y al líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, escapando por poco de la turba, y al exvicepresidente Mike Pence evacuando la sala mientras los insurrectos pedían su muerte en el exterior. En un momento dado, los asaltantes estuvieron a «58 pasos» de los senadores, dijo Eric Swalwell, coordinador del juicio político.
Romney dijo que se le saltaron las lágrimas y señaló que el video fue «abrumadoramente angustioso y emotivo».
La presentación terminó con un video de un agente de la policía del Capitolio gritando de dolor al quedar aplastado entre dos puertas en el frente oeste del edificio. Sus angustiados gritos llenaron la silenciosa y cavernosa sala como si estuviera allí. Los senadores guardaron silencio después, algunos sentados solos, como si estuviesen procesando lo ocurrido.
«Había un silencio extremo», dijo Susan Collins, senadora de Maine, para describir el ambiente. «Se podía oír caer un alfiler».
Los demócratas de la Cámara, que procesaron al expresidente por «incitación a la insurrección» en su histórico segundo juicio político, trataron de dificultar al máximo que cualquier senador minimice el nivel de violencia, y por extensión el papel de Trump en ella, mostrando el asalto desde varios ángulos de cámara. Pasaron la mañana repitiendo las palabras de Trump a sus seguidores antes de los disturbios — incluyendo su llamado a «luchar como el infierno» para revertir su derrota — y la reconstruyeron, casi de forma cinematográfica, la línea temporal de lo ocurrido.
No está claro si la presentación demócrata cambiará algún voto, ya que aún se espera que Trump salga absuelto al final del proceso. Pero los senadores parecieron claramente desconcertados por lo que vieron.