En esta imagen de archivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México. Foto La Hora/AP/Marco Ugarte.

CIUDAD DE MÉXICO
Agencia AP

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador regresó a su acostumbrada conferencia de prensa matutina después de ausentarse dos semanas tras contraer el coronavirus, pero juró no usar una mascarilla ni exigir que los mexicanos las usen.

«En México no hay autoritarismo… todo es voluntario», dijo López Obrador. «Es una decisión de cada persona».

El mandatario reveló que recibió tratamientos experimentales, que sólo describió como medicamento «antiviral» y un antiinflamatorio.

También dijo que, a finales de enero, dos veces dio negativo en las pruebas rápidas que son ampliamente usadas en México, antes de que una prueba más precisa —aparentemente la PCR— diera positivo el mismo día.

«Salí bien, sano», dijo López Obrador y señaló que también hizo ejercicios de respiración. «Estamos de nuevo de pie, en pie de lucha».

Muchos residentes de la Ciudad de México no han logrado encontrar camas en los saturados hospitales de la capital mexicana y se han visto obligados a atender a familiares en casas. López Obrador fue atendido en el departamento donde vive dentro del Palacio Nacional de la ciudad.

A pesar de la escasez de vacunas en México —no ha recibido entregas en semanas y le quedan las últimas 55.000 dosis— López Obrador reiteró su fe de que el país recibirá suficientes vacunas de Pfizer, Rusia, China e India para vacunar a todos los mexicanos mayores de 60 años para finales de marzo.

Eso implicaría la abrumadora tarea de administrar por lo menos una dosis a 15 millones de personas en sólo mes y medio.

López Obrador dijo que ha tenido sus conferencias de prensa diarias casi todos los días laborales durante más de dos años y esta fue su ausencia más larga.

La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ocupó su lugar durante su ausencia y las conferencias fueron muy diferentes durante un tiempo. Todos los días, Sánchez Cordero tomaba preguntas de los reporteros de periódicos, mientras que el presidente prefiere responder las preguntas de los sitios web simpatizantes. Sánchez Cordero tampoco criticó a los reporteros de periódicos, como lo hace con frecuencia el presidente.

Fiel a su estilo, López Obrador dijo que «no deja de politizarse el caso COVID» en referencia a sus opositores, y afirmó que la «peste de la corrupción» ha hecho mucho más daño a México que el coronavirus.

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