Por Jens Mende y Klaus Bergmann
Múnich,
Agencia dpa
El delantero de la Lazio, de 36 años, cerró así un ciclo glorioso con un récord de 71 goles en 137 partidos con la camiseta alemana, tres tantos más que el mítico «Bombardero» Gerd Müller.
En Brasil se convirtió además en una leyenda viva al marcar dos goles que lo hicieron máximo anotador de los Mundiales con 16 tantos, superando así al brasileño Ronaldo (15), el propio Müller (14), el francés Just Fontaine (13) y «O Rei» Pelé (12).
«Con el título en Brasil cumplí un sueño de niño», dijo en un comunicado difundido hoy por la Federación Alemana de Futbol (DFB).
«Estoy orgulloso y feliz de haber sido parte de este éxito del futbol alemán. Dediqué las últimas semanas a revivir y disfrutar esos momentos. No hay mejor momento para cerrar el capítulo de la selección nacional».
El mundo del futbol alemán reaccionó de inmediato a la noticia con una ola de reconocimiento al espigado jugador de 1.82 metros, tanto por su juego mortalmente peligroso en el área como por su estilo humilde y sencillo fuera de la cancha.
«‘Miro’ Klose es una estrella de nivel mundial, uno de los grandes delanteros que dio el futbol», lo elogió el técnico de la selección, Joachim Löw. «Pero pocas veces vi a un jugador que destacara tanto por su sensatez, modestia, juego limpio, profesionalidad y espíritu de equipo».
También el presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, sostuvo que el futbolista «es no sólo un jugador extraordinario, sino también un ser humano absolutamente ejemplar».
Klose había dejado abierto su futuro la misma noche de la final que Alemania ganó 1-0 a Argentina hace un mes en Río de Janeiro. Hoy se convirtió en la segunda estrella de los campeones del mundo que se despidió de la selección, después del capitán Philipp Lahm.
Los dos jugadores, que acompañaron el largo proceso que llevó a Alemania a conquistar su cuarta Copa del Mundo, tendrán su despedida oficial el 3 de septiembre antes del amistoso que el equipo de Joachim Löw disputará ante Argentina en Düsseldorf. Nacido en 1978 en la Polonia comunista como hijo de un futbolista profesional y de una jugadora de balonmano de la selección polaca, Klose vivió con su familia unos años en Francia antes de trasladarse a los ocho años a Alemania.
En 2000 debutó en la Bundesliga alemana con el Kaiserslautern y un año más tarde fue convocado a la selección. Ingresó por primera vez en el minuto 73 de un partido ante Albania por la clasificación al Mundial 2002 y antes del final marcó su primer gol internacional.
Desde entonces su acrobático salto mortal para celebrar cada gol se repitió a ritmo de récord con la selección y con el Werder Bremen, el Bayern Múnich y desde 2011 la Lazio italiana, con la que tiene contrato hasta 2015.