MADRID
Agencia DPA/Europa Press
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken ha manifestado sentirse «profundamente consternado por la violenta represión» de la que fueron víctimas los manifestantes que en los últimos días se congregaron en varios puntos de Rusia para exigir la liberación del opositor Alexei Navalny.
Asimismo, ha rechazado las recientes acusaciones de Moscú, que responsabilizó a Washington de estar detrás de estas protestas, no autorizadas, que desde el pasado fin de semana han dejado, según las cifras que manejan algunos colectivos civiles, miles de detenidos.
«El Gobierno ruso comete un gran error si cree que se trata de nosotros. Son ellos. Se trata de su Gobierno. Se trata de la frustración que tiene el pueblo ruso con la corrupción, con la autocracia, y creo que deben mirar hacia adentro, no hacia afuera», ha valorado.
Navalny, de 44 años, fue detenido el 17 de enero al regresar a casa desde Alemania, donde se recuperó de un envenenamiento por un agente nervioso casi fatal que él y Occidente atribuyeron al servicio secreto del presidente, Vladimir Putin. El pasado jueves un tribunal confirmó la prisión preventiva de 30 días y rechazó así el recurso de sus abogados, que pedían su libertad.
Blinken también ha destacado la reciente llamada telefónica que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó a su homólogo ruso, en la que «no pudo ser más claro», ha subrayado, puesto que, a diferencia de Trump, el nuevo inquilino de la Casa Blanca sí presionó a Putin en ciertos asuntos, como las supuestas recompensas de Moscú en Afganistán a cambio de atentar contra las tropas estadounidenses.
AMPLIAR LA PRESENCIA DE EE. UU. PARA FRENAR A CHINA
Entre otras cuestiones, como revisar la política de Washington en relación a Corea del Norte o comprometerse a cumplir el acuerdo con Irán siempre y cuando haya reciprocidad, Blinken ha destacado la necesidad de adoptar otra vez una actitud activa dentro de las instituciones internacionales, ya que en caso contrario supondría el avance de China.
«El desafío que plantea China tiene que ver tanto con algunas de nuestras propias debilidades autoinfligidas como con la fuerza emergente de China», ha explicado Blinken, para quien «retroceder» en esta cuestión supone «impulso» del gigante asiático.
En una entrevista concedida este domingo a la cadena NBC, el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos ha criticado también la gestión de la pandemia del coronavirus llevada a cabo por China, así como el «profundo problema» en relación a su falta de transparencia en esta y otras cuestiones.
Así, para Blinken, pese a la reciente entrada de un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el país para investigar el origen del virus, China continúa estando «muy por debajo de la media» en cuestión de transparencia y colaboración.
Las críticas a Pekín no han concluido ahí. Blinken, quien durante la defensa de su nominación a secretario de Estado frente a la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado aplaudió la actitud de Donald Trump frente a China, ha condenado las «atroces» medidas del país asiático sobre la población de Hong Kong que «defendía sus derechos».
Por ello, ha lanzado la posibilidad de que Estados Unidos pueda abrirle las puertas a todos aquellos que sean «víctimas de la represión» de Pekín, que en el último año impuso una controvertida ley de seguridad ciudadana, que persigue la sedición, la traición, y el separatismo, en su intento por frenar las protestas que desde hace algo más de un año reivindican más democracia y autonomía para la región.
«Vemos a personas que estaban, nuevamente, en Hong Kong defendiendo sus propios derechos, los derechos que pensaban que les estaban garantizados. Si son víctimas de la represión de las autoridades chinas, deberíamos hacer algo para darles refugio», ha propuesto.