Por DANIELLA MATAR
MILÁN
Agencia (AP)
Cristiano Ronaldo anotó el gol con el que la Juventus se encaminó a la conquista de su novena Supercopa de Italia, imponiéndose ayer 2-0 ante Napoli.
El club del sur dejó escapar la oportunidad de forzar una prórroga cuando su capitán Lorenzo Insigne desperdició un penal en el tramo final. La Juve lo liquidó en la última jugada del partido, un contragolpe culminado por el artillero español Álvaro Morata. De vuelta tras padecer COVID-19, el volante colombiano Juan Guillermo Cuadrado asistió a Morata para la última estocada.
La Juve se afirmó como el equipo con más laureles en la Supercopa, dos más que su perseguidor inmediato, el Milan.
«Es un momento muy feliz, y levantar mi primer trofeo como entrenador lo hace mucho mejor», dijo el técnico de la Juventus Andrea Pirlo.
El duelo que enfrenta a los campeones de la Serie A y la Copa Italia solía ser una mera exhibición, como el prólogo de la temporada en agosto. Pero empezó a disputarse en diciembre o enero desde hace unos años.
Ganar era imperativo para la Vecchia Signora, con su técnico muy cuestionado tras la derrota 2-0 ante el Inter de Milán el domingo. El revés hizo rezagarse más al equipo que se ha proclamado campeón de la Serie A en las últimas nueve temporadas.
«Fue un encuentro difícil y el campo estuvo complicado, pero el equipo se mantuvo concentrado y ganamos un trofeo importante que nos reforzará la confianza», consideró Cristiano. «Ahora debemos aprovechar esto para ganar los próximos encuentros. En la liga será una carrera complicada, pero estaremos ahí».
En un partido ríspido y de escasas ocasiones, la Juve rompió el candado a los 64 minutos.
De una serie de rebotes a un tiro de esquina, el balón quedó en bandeja para Cristiano y el astro portugués no perdonó en el corazón del área.
Napoli pudo empatar a 10 del final pero Insigne disparó desviado del poste izquierdo, luego que un tropezón del volante estadounidense Weston McKennie derribó al atacante belga Dries Mertens.
El arquero juventino Wojciech Szczęsny se lució para repelar un remate peligroso de Piotr Zieliński en la agonía. Acto seguido, Morata sentenció el contragolpe para que Pirlo pudiera celebrar su primer título como técnico.