Edith González
“La fuerza no consiste en ganar. La fuerza consiste en elegir las batallas y decidir no rendirte”. Anónimo
¿Podemos rendirnos? Claro, pero… realmente queremos rendirnos… No. No queremos rendirnos. La naturaleza humana siempre nos lleva a ser ganadores. Y estos son los momentos de las grandes decisiones. La pandemia está ahí. No se ha ido, como creen miles de guatemaltecos. Nos acecha. Esta emboscada. Espera nuestra debilidad. Espera que nos rindamos sin luchar.
Luchemos. Tenemos una familia que espera que tengamos la fortaleza que en otros tiempos paseamos por la casa, por el campo deportivo, por la escuela, por la universidad.
La pandemia del Coronavirus sigue latente en Guatemala. Entre los guatemaltecos. Sigue presente en el nuevo año y así seguirá por mucho tiempo. No podemos ahora, en estos tiempos, simplemente creer que ya todo pasó. Falso. De toda falsedad. El coronavirus sigue vivo y tengamos la certeza que seguirá así.
Es el gran momento para mostrar a la familia, a los amigos, pero ante todo a mi persona que tengo fortaleza y que mi familia espera exactamente eso. Espera que podamos transmitirle certeza para enfrentar a lo desconocido. Es la mayor prueba para nuestra fortaleza.
Inventariemos quiénes somos… estamos vivos, tenemos una familia, tenemos en donde vivir, tenemos los alimentos del día día, amigos y compañeros de trabajo, los vecinos, nuestro primer núcleo familiar y saben una cosa, todos ellos esperan de nosotros fortaleza en esto momentos. Confían en nosotros. Saben que tenemos esa fortaleza para enfrentar las adversidades como la que actualmente vivimos.
Nadie puede negar que son tiempos difíciles y que no conocíamos esta situación, pero ahora es el momento de luchar para que nuestra familia sobreviva. Para que pueda contar a futuras generaciones, como fue “La Pandemia del Coronavirus y como usted fue el líder para sobrevivir”.
No nos lamentemos porque no fuimos al mar. Por qué no se puede ir al fútbol. Solo diez personas en el entierro… pero si era mi pariente… era mi amigo. No nos lamentemos por eso. Estamos vivos y usted con su gran capacidad, con su gran fortaleza va por caminos que finalmente lo llevarán a la meta.
Tengo la certeza que los guatemaltecos responsables, como usted, y usted, tienen la verdad en sus manos. Manténgala. No la pierda. La verdad y la fortaleza van de la mano.
En años venideros, su familia comentara que usted, fue el baluarte para sobrevivir a la pandemia. Que usted guardó sus implementos deportivos para quedarse en la casa. Que usted no fue a visitar a sus amigos. Se quedó en la casa con su familia. GRACIAS, en verdad gracias por esta actitud.
Si usted no es responsable seguramente en primera línea su familia lo va a rechazar. Sus amigos se retiraran. Pero lo peor es que su conciencia no lo dejará tranquilo hasta el último minuto de su vida. Porque abandono a su familia.
Fortaleza es su mayor fuerza en estos momentos. No se rinda.
Y NO OLVIDEMOS A NUESTROS ANCIANOS. ELLOS, NECESITAN ESCUCHAR UNA VOZ FAMILIAR, IMPLEMENTOS DE LIMPIEZA, MASCARILLAS, COMIDA, MEDICINAS, ROPA… DÉMOSLES UNA MANO.