Steven D'Antuono, director de la oficina de Washington del FBI, habla durante una conferencia de prensa, en Washington. Foto La Hora/Sarah Silbiger/Pool vía AP.

Por MICHAEL BALSAMO y ERIC TUCKER

WASHINGTON

Agencia AP

El FBI advirtió a las agencias del orden sobre la posibilidad de actos violentos antes de que ocurriera el asalto al Capitolio la semana pasada, y fiscales ahora sopesan la posibilidad de presentar cargos de sedición contra algunos simpatizantes del presidente Donald Trump que irrumpieron en el edificio, informaron las autoridades federales.

Las declaraciones de funcionarios del FBI y del Departamento de Justicia fueron emitidas tanto para defender los preparativos de las agencias del orden antes de los disturbios, como para advertir a aquellos que participaron en la revuelta que siguen siendo sujetos a arrestos y cargos de delitos graves incluso si ya salieron de la capital

Los cargos menores presentados contra algunas de las decenas de personas que han sido arrestadas hasta el momento aún podrían actualizarse a cargos de sedición que conllevan hasta 20 años de prisión e incluyen la acusación grave de incitar un intento para derrocar al gobierno, dijo el fiscal federal interino Michael Sherwin en Washington.

«Esto apenas comienza», declaró.

Para aquellos que ya salieron de Washington, «los agentes de nuestras oficinas locales van a llamar a sus puertas», dijo Steven D’Antuono, director asistente a cargo de la oficina del FBI en Washington.

La revelación contradice declaraciones previas de líderes de las agencias del orden sobre la posibilidad de peligro la semana pasada. Muchos, incluyendo el exjefe de la policía del Capitolio, dijeron que no estaban al tanto de amenazas serias y se habían preparado solamente para una protesta. La policía del Capitolio y otros no respondieron de momento a preguntas sobre la discrepancia.

La alerta fue emitida a través de la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo, señaló el FBI. Añadió que la Policía del Capitolio tiene miembros en ese grupo.

La conferencia de prensa se produjo horas después que el diario Washington Post reportó sobre la existencia de un reporte del 5 de enero en la oficina del FBI en Norfolk, Virginia, que pronosticó, detalladamente, las probabilidades de «guerra» en Washington al día siguiente. La existencia de una advertencia tan clara contradice las afirmaciones previas del FBI de que no tenía información específica de posibles actos de violencia.

D’Antuono defendió el manejo de la información, diciendo que se compartió con otras agencias de la ley y el orden en cuestión de 40 minutos.

Incluso sin esa información, existía una vasta advertencia sobre manifestaciones a favor de Trump en Washington. Pero la policía del Capitolio no reforzó el personal desplegado ni realizó preparativos para la posibilidad de que las protestas se convirtieran en violentos disturbios multitudinarios, de acuerdo con varias personas informadas sobre la respuesta de las agencias del orden. Funcionarios rechazaron ofertas de ayuda por parte del Pentágono tres días antes de los disturbios.

Cuando finalmente se solicitaron refuerzos, tomó más de dos horas para que las tropas se movilizaran cerca del Capitolio. Para entonces la turba había estado dentro del edificio por más de cuatro horas.

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