Por Asisclo Urízar
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El diputado Amílcar Pop del partido Winaq, indica que esto se debe en parte a que “el modelo económico en el cual se sustenta el Estado guatemalteco se erige en un modelo excluyente y racista. Hay una visión profundamente racista desde el Estado y los sectores de poder fáctico que impiden la aprobación de las iniciativas en mención, por ejemplo la Ley de Consulta a los Pueblos Indígenas que debió ser aprobada desde la legislatura anterior; hay un muro político ideológico para no conocerla”.
Mientras que el diputado Walter Félix indicó que las leyes avanzan, a veces solo a una segunda lectura “porque no hay voluntad política”; Félix agregó que el estancamiento de las iniciativas se debe al desconocimiento del contenido de las leyes por parte de algunos parlamentarios.
Según el diputado, entre esas leyes hay algunas que son fundamentales, no solo para los pueblos indígenas, ya que problemas como el racismo y la discriminación no son exclusivos de los indígenas, sino que afectan a todos los guatemaltecos. El entrevistado añadió que en el Congreso no existe la voluntad política para dar trámite a las iniciativas de ley.
Según información de la Comisión de Pueblos Indígenas, son 10 leyes en total las que no han logrado su aprobación en el Legislativo, entre éstas la de Desarrollo Rural, la ley de Reconocimiento de la Competencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, la Ley del Programa Nacional de Resarcimiento y la Ley de Medios de Comunicación Comunitaria.
PREOCUPA INTERVENCIÓN DE GRUPOS DE PODER
Por otra parte, Ricardo Cajas Mejía, director ejecutivo del Consejo de Organizaciones Mayas de Guatemala, afirma que “desde la visión de pueblos indígenas el Estado de Guatemala está acaparado por una clase dominante que es la que ordena lo que debe pasar y lo que no debe pasar, en materia legislativa”.
Por otro lado, Cajas considera que el gobierno está al servicio de la empresa privada y esto se demuestra cuando hay desalojo de fincas, cuando hay que desalojar a las personas que se oponen a la minería y otras manifestaciones pacíficas.
EXCLUSIÓN
Cada vez más indígenas niegan identidad
Según un reportaje realizado por La Hora, cada vez menos personas en Guatemala aceptan su identidad indígena, del 56.1 por ciento de la población que aceptaba pertenecer a un grupo étnico en 2000, había disminuido a 40 por ciento en 2011. De acuerdo con expertos consultados, esto se debe a diversos factores, como el proceso educativo y la exclusión que sufren, los obliga a negar su identidad y adoptar otra.
Analistas señalan que otro problema que surge es que el Estado guatemalteco reconoce varias etnias e idiomas, pero en la práctica el sistema es monoétnico y monolingüe.