Walter Juárez Estrada
Este mes se cumplen 14 años de aquella fecha aciaga cuando se oficializó la supuesta quiebra del Banco de Comercio y/o Urbanizadora de Comercio. El tiempo ha pasado y estacionado en la indolencia y complicidad de una institución, como es el Ministerio Público, que no cumple con sus postulados de garante de las víctimas, se hace cómplice al retardar maliciosamente las investigaciones y exigir a los órganos de justica, que cumpla con la pronta y cumplida administración de justicia y se libren las capturas internacionales para que los ex personeros bancarios que radican en el extranjero, sean extraditados y reembolsen a los agraviados el dinero producto de muchos años de desvelos que se esfumaron por la irresponsabilidad de las autoridades bancarias.
Son días y años de angustia frustrados. El ente investigador es responsable de incumplimiento de debes. En la gestión de la fiscal General Consuelo Porras Argueta, la fiscalía de bancos tenía a su cargo la investigación. Por razones que no están claras, el caso se trasladó a la Fiscalía Especial Contra loa Impunidad (FECI),las investigaciones duermen el sueño de los justos los fiscales auxiliares de esa unidad, son bisoños profesionales recién graduados sin mayor preparación dan como causal para que las indagaciones estén estancadas, el volumen de trabajo en los Tribunales y la pandemia, olvidándose o desconociendo de mala “fe” que los tribunales penales funcionan las 24 horas del día, investidos para actuar con apego a derecho y en protección a las víctimas y no para acciones espurias.
Los frustrados inversionistas integran familias de clase media y baja; hace más de diez años cuando el gobierno de Oscar Berger, oficializó en convivencia con la Junta Monetaria, que presidia María Antonieta del Cid de Bonilla, la quiebra de dicho banco, poniéndose de acuerdo con los personeros de los bancos que se beneficiaron de los activos que quedaban del Banco de Comercio, consintiendo la fuga de los directivos Jorge Ibarra Rivera-Iglesias, Carlos Enrique Lowenthal Arceyus, por ser amigos personales del presidente de esa época de tal manera que pudieron salir subrepticiamente del país, refugiándose en el extranjero donde viven a cuerpo de rey gozando del dinero que se robaron descaradamente a los inversionistas.
El ex superintendente de Bancos Willy Waldemar Zapata Arceyús, uno de los principales responsables de la quiebra del citado Banco, salió a México, y ocupa en la actualidad un puesto internacional es otro corresponsable, porque patrocinó y consintió la quiebra del Banco de Comercio y/o Organizadora de Comercio y no advirtió el desencaje en que había caído la entidad. Varios de los afectados murieron por su avanzada edad y otros optaron por el suicidio al ver frustradas sus intenciones de no poder recuperar su dinero. Por éstas y otras razones se exige se haga justicia y se proceda a actuar para que el Estado les reintegre su dinero, en virtud que son integrantes de la Junta Monetaria la integran entidades estatales . Es frustrante que el tiempo pase y sea mudo testigo de la tolerancia y complicidad de un Ministerio Publico ineficaz y se asocian al pedido de renuncia de la fiscal Porras, que se unido al “pacto de corruptos.”