Camiones estacionados a lo largo de una autopista en Inglaterra. Foto La Hora/Andrew Matthews/PA vía AP.

Por PAN PYLAS
LONDRES
Agencia AP

Más de 1,500 camiones seguían varados hoy por la mañana en Inglaterra, entre temores a que se pueda sufrir desabastecimiento de comida si no se levantan pronto las restricciones a los desplazamientos instauradas para frenar la expansión de una nueva variante del coronavirus.
Docenas de países de todo el mundo impusieron firmes límites a las llegadas desde Gran Bretaña en los últimos días. Desde Canadá a India, diferentes gobiernos vetaron los vuelos procedentes de Gran Bretaña, mientras que Francia vetó la entrada a camiones durante 48 horas, desde el domingo por la noche, mientras se evaluaba la nueva variante.
La secretaria de Interior, Priti Patel, dijo a BBC radio que el gobierno británico estaba «hablando constantemente» con Francia para conseguir una solución rápida que reanudara el tráfico de mercancías. Entre tanto, la fila de camiones que esperaban seguía creciendo en Kent, el condado del sureste de Inglaterra donde están algunos de los puertos más utilizados para cruzar el Canal de la Mancha.
Patel indicó que había 650 vehículos alineados en la principal autopista al puerto de Dover, mientras que otros 873 habían sido redirigidos al cercano aeropuerto en desuso de Manston.
«Va en interés de ambos, ambos países, asegurar que tenemos flujo, y por supuesto hay transportistas europeos ahora mismo quieren llegar a casa», indicó.
Aunque la prohibición francesa no impide la entrada de camiones en Gran Bretaña, la medida sembró preocupaciones por desabastecimientos en una época del año en la que Gran Bretaña produce muy poca comida y depende mucho de productos frescos llegados en camión de la Europa continental.
Muchos camiones que llevan mercancías de Gran Bretaña al continente regresan cargados con otros productos. El temor es que ese proceso se vea interrumpido. Además, algunos camioneros o sus empleados podrían decidir no entrar en Gran Bretaña, temiendo que no puedan volver después a casa.
Dado que por Dover pasan cada día unos 10,000 camiones, que suponen en torno al 20% del comercio de mercancías del país, los minoristas están cada vez más preocupados porque la situación no se resuelva deprisa.
Andrew Opie, director de alimentación y sostenibilidad en el Consorcio Minorista Británico, advirtió de posible desabastecimiento de alimentos como lechuga, verduras y frutas frescas tras la Navidad si las fronteras no «operan básicamente por libre» a partir del miércoles.
«El problema en realidad son los camiones vacíos, de modo que los camiones vacíos que ahora están atascados en Kent tienen que volver a lugares como España para recoger el siguiente cargamento de fresas y frambuesas, y tienen que volver el día siguiente o así, de otro modo veremos interrupciones (del suministro)», dijo.
Johnson impuso durante el fin de semana estrictas medidas de cuarentena en Londres y las znas vecinas, en medio de crecientes preocupaciones por la nueva variante del virus.
El director general de BioNTech, la farmacéutica alemana que participó en el desarrollo de una vacuna que se está distribuyendo en Gran Bretaña y otros lugares, dijo confiar en que el fármaco funcionaría con la nueva variante, aunque hicieran falta más estudios para tener una certeza.
«En este momento no sabemos si nuestra vacuna también puede proporcionar protección contra esta nueva variante», dijo Ugur Sahin en una conferencia de prensa al día siguiente de que se autorizara el uso de la vacuna en la Unión Europea. Las proteínas de la variante británica coinciden en un 99% con las versiones más extendidas del virus, señaló, y por lo tanto BioNTech tiene «confianza científica» en que su vacuna será efectiva.
Johnson dijo que los primeros indicios apuntaban a que la variante es un 70% más contagiosa y está impulsando la oleada de casos en la capital y alrededores.
Por lo tanto, canceló los planes de levantar las restricciones de distanciamiento social durante las navidades para millones de personas e impuso duras restricciones en la zona afectada. No se permitirá mezclar hogares en espacios cerrados y sólo se podrán hacer desplazamientos esenciales.
Se estima que el virus ha matado 1 .7 millones de personas en todo el mundo, incluidas casi 68,000 en Gran Bretaña, la segunda cifra de fallecidos más alta de Europa, por detrás de las 69,000 en Italia.
El caos en la frontera se produjo en un momento de gran incertidumbre para Gran Bretaña, a menos de dos semanas de que complete su salida de la UE y se libere de las normas del bloque. Las conversaciones sobre una relación comercial entre ambas partes después del Brexit están atascadas.

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