Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
Gustavo Arriola, Coordinador del Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), conversó con La Hora y mencionó que las transformaciones que el país necesitan, si bien no dependen únicamente del gobierno, ellos pueden liderarlos, además, cree que tienen que ser capaces de convocar a los diferentes sectores para promover los cambios.
Arriola, ofreció la entrevista tras la presentación del Informe del “La próxima frontera: desarrollo humano y el Antropoceno».
En este, Guatemala ocupa el lugar 127 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el entrevistado menciona que seguramente la corrupción es finalmente un síntoma de esa debilidad del sistema en general.
En ese contexto, Arriola respondió que la diferencia que existe entre el puesto 1 y el 127, en el que se encuentra Guatemala al respecto del Índice de Desarrollo Humano, es que el primero ha alcanzado más logros para su población.
“Ha alcanzado más logros, básicamente 82 años de esperanza de vida, Guatemala tiene 74, la esperanza educativa de Noruega es de 18 años, en Guatemala es de 10, los años de escolaridad promedio en Noruega, toda la población en promedio ha terminado la secundaria entonces tienen más años de escolaridad, mientras que en Guatemala tiene un poco más de 6, el ingreso nacional per cápita en Noruega alcanza 66 mil dólares, mientras que en Guatemala es de alrededor de 8,500”, afirmó.
Con esto, afirmó que se puede ver el rezago que existe entre ambos países y que, en términos comparativos, resulta interesante, aunque añadió que Noruega posee ahora un índice ajustado por las emisiones de carbono y por la huella material que deja en su industrialización.
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LA DESIGUALDAD SE CONSTRUYE DESDE LA ÉPOCA DE LA COLONIA
Al hablar de los factores que han contribuido a que el país sea considerado entre los más desiguales, expresó que existen varios relacionados con la historia y la forma cómo se edificó el país, en el caso de Guatemala desde la época de la Colonia, pero sobre todo porque no se ha logrado avanzar en la construcción de un Estado y de una institucionalidad pública que logre cerrar las brechas.
“Sobre todo de empoderamiento a la población y en el desarrollo humano se habla de desigualdades y capacidad porque es la construcción de la capacidad de esa gente para poder agenciarse de su propio desarrollo y eso significa contar con una buena educación, pero también con espacios para poder también alcanzar ese bienestar, espacios económicos, políticos de participación en Guatemala se ha cerrado muchísimo la posibilidad… no existen políticas”, aseguró.
Asimismo, mencionó que el país tiene uno de los estados más pequeños del mundo en términos de su gasto público social, en el que no existen las condiciones para motivar e impulsar el desarrollo de las poblaciones más desfavorecidas y se tiene un amplio espectro de la población que está rezagado que no encuentra el espacio para cerrar esas brechas.
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El entrevistado añadió que en Guatemala se tiene un estado débil, una política fiscal insuficiente y un modelo económico que no incluye a la población, “tenemos que solo un 30 por ciento de la población está en el sector formal, quiere decir que el poder económico no tiene capacidad de resolver e incluir y por otro lado es un modelo económico que genera mucha desigualdad, está basado sobre todo en el extractivisimo”.
TENEMOS UN ESTADO CAPTURADO
Arriola, destacó que es muy probable que la crisis política prosiga en Guatemala, y que el sistema no ha logrado constituirse en una forma de representatividad de los intereses de toda la población, “tenemos que en Guatemala hay un estado bastante capturado como han demostrado muchos informes”.
Además, menciona que los intereses que priman en el Estado no son precisamente los del desarrollo, entonces mientras no se priorice y no se logre construir un Estado que sea representativo de esos intereses y democratizar la institucionalidad pública comenzando desde el Congreso que permita una transformación para promover el desarrollo se mantendrá un círculo vicioso como los que se destacaron en el informe presentado ayer.
En Guatemala, refirió que está la crisis política, la insuficiencia de la institucionalidad pública, el modelo político para generar y romper estos círculos viciosos del desarrollo “entonces es una crisis política que tiene dimensiones en otros países que se muestran como retrocesos la democracia, el avance de populismos y de formas antidemocráticas que se presencian en muchos países”.
EL GOBIERNO PUEDE SER LÍDER LAS TRANSFORMACIONES DE PAÍS
Además, menciona que las acciones para no volver a esa normalidad que se tenía, antes de la Covid-19, en términos de las condiciones de país, no dependen únicamente del gobierno, pero sí pueden ser quienes lideren estas transformaciones, a la vez que deben ser capaces de convocar a los diferentes sectores y fuerzas de país como para promover los cambios que sean necesarios.
En el informe, menciona que se habla de tres grandes áreas de cambios, además de los que ya se han mencionado de las transformaciones institucionales, mayor inversión del gasto público social, en el sistema político de las legislaciones que se tienen pendientes, del sistema de partidos políticos, la ley de aguas, entre otros aspectos.
LA CORRUPCIÓN UN SÍNTOMA DE LA DEBILIDAD
Finalmente destacó que, la corrupción es un síntoma de esa debilidad del sistema en general que tiene muchas partes.
“Hay una ciudadanía que no ha estado suficientemente empoderada y una institucionalidad pública muy débil que es permeable a la corrupción entonces los altos niveles de corrupción son un síntoma de esa crisis sistémica, entonces es nuevamente necesario trabajar en todos esos espacios en mayor empoderamiento ciudadano para que sea capaz de demandar, lo cual ya sucede, hay movimientos emergentes demandando mayor transparencia y un mayor combate a la corrupción”, mencionó.
HAY QUE CAMBIAR LAS REGLAS DEL JUEGO
Por otro lado, el entrevistado dijo que es necesario cambiar “las reglas del juego”, reformar las leyes para que sea posible un mayor control de la corrupción, mayor transparencia, mayor calidad del gasto público.
“También es necesario un esfuerzo desde el modelo económico para que no exista esa permeabilidad de los intereses dentro del sistema por supuesto también existe una zona oscura de la economía, que es la economía ilícita que también permea todos los aspectos de la sociedad”, afirmó.
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En definitiva, agregó que la corrupción está muy relacionada a estos indicadores y que en el caso de la pandemia lo que viene a mostrar es el nivel de preparación que tiene en el país, el cual es bastante precario.
Tenemos un bajo nivel de preparación desde la institucionalidad y una alta vulnerabilidad de las poblaciones a la pandemia, mencionó.