Por KELVIN CHAN
LONDRES
agencia (AP)
La Unión Europea aprobó el jueves el plan de Google para comprar al fabricante de dispositivos de monitoreo físico Fitbit por 2.100 millones de dólares después de que el gigante tecnológico estadounidense prometiera restringir los datos de los usuarios y garantizar que los teléfonos Android funcionen con otros dispositivos portátiles del tipo «wearable» durante al menos 10 años.
Varios grupos defensores de los derechos humanos y de los consumidores, que habían pedido a las autoridades que bloquearan el acuerdo al temer que comprometieran la privacidad y violaran el espíritu antimonopolio, reaccionaron con descontento a la decisión. El acuerdo también atrajo el escrutinio en Australia, donde los reguladores de la competencia están analizando una oferta similar de Google.
Inicialmente, a la UE le preocupaba que el acuerdo expandiera la «ventaja de datos» de Google y erigiera barreras para sus rivales en la industria publicitaria en línea.
La comisionada de competencia de la UE, Margrethe Vestager, dijo que aprobó el acuerdo porque los compromisos de Google «garantizarán que el mercado de dispositivos wearables y el incipiente espacio de salud digital permanecerán abiertos y competitivos».
Google dijo que «trabajó de manera constructiva» con los reguladores de la UE para resolver sus preocupaciones, como en un conjunto de compromisos legalmente vinculantes que la Comisión Europea aceptó.
Los compromisos del gigante tecnológico de Silicon Valley incluyeron la promesa de aislar los datos de los usuarios de Fitbit de otros datos de Google y no utilizarlos con fines publicitarios.
La compañía también se comprometió a garantizar que los teléfonos que ejecutan su sistema operativo Android puedan seguir funcionando con monitores de actividad física de terceros y acordó no utilizar advertencias ni mensajes de error para afectar negativamente la experiencia del usuario con otros monitores de actividad física.