BERLÍN
Agencia AP
La agencia de control de enfermedades de Alemania informó ayer que la situación del COVID-19 en el país sigue siendo grave, pero hay indicios de que las restricciones están frenando la propagación del virus.
El Instituto Robert Koch reportó 22.609 nuevos casos de COVID-19 en el último día y 251 muertes.
Ute Rexroth, una alta funcionario de la respuesta del instituto a la pandemia, dijo que el dato que refleja cuántas personas están infectadas por cada caso positivo ha disminuido.
Alemania introdujo restricciones más estrictas a principios de noviembre, cerrando restaurantes, bares y gimnasios, pero dejó tiendas y escuelas abiertas.
El director del instituto, Lothar Wieler, dijo que la situación en Alemania sigue siendo «muy, muy grave» y existe el riesgo de que los hospitales se vean abrumados por el creciente número de casos.