Por JILL LAWLESS
LONDRES
Agencia AP
El gobierno británico gastó miles de millones de dólares sin la adecuada transparencia en su apresurado afán por conseguir equipos médicos al inicio de la pandemia del coronavirus, denunció ayer la Agencia Nacional de Auditorías.
En un reporte, la entidad aseveró que compañías cercanas a funcionarios en el poder consiguieron contratos para suministrar equipos médicos más rápidamente que otras.
Al igual que muchos otros países, Gran Bretaña no tenía suficientes equipos médicos como máscaras, guantes y batas cuando estalló la pandemia.
En su afán por conseguir los suministros, el gobierno otorgó 8.600 contratos por un valor combinado de 18.000 millones de libras (24.000 millones de dólares) entre marzo y julio, la mayoría de ellos sin un proceso de licitación.
Algunos de los contratos fueron a empresas recomendadas por políticos, médicos y funcionarios públicos, al considerar que eran más confiables y que debían ser procesadas expeditivamente. De esas compañías, una de cada 10 recibió un contrato, comparado con una de cada 100 entre el conjunto total de licitantes.
La agencia de auditorías aseveró que en muchos casos «los departamentos encargados no dieron razón de sus decisiones, como por ejemplo por qué se escogió a un proveedor particular o por qué se usó cierto mecanismo de emergencia, y no dejaron un registro de su evaluación de los riesgos, incluyendo cómo identificaron o lidiaron con cualquier potencial conflicto de interés».
Añadió que algunos casos los documentos explicativos habían desaparecido, o se otorgaron contratos sólo después de concluida la labor. En más de la mitad de los casos, no se habían publicado los contratos relevantes sino hasta el 10 de noviembre.
El gobierno del primer ministro Boris Johnson ha sido acusado de compadrazgo político por otorgar lucrativos contratos y empleos a personas cercanas a ministros o al oficialista Partido Conservador. El gobierno rechaza las acusaciones.
Dos figuras prominentes a cargo de la respuesta al coronavirus —el coordinador de las pruebas diagnósticas Dido Harding y la directora de la campaña de vacunación Kate Bingham— están casadas con parlamentarios del Partido Conservador.