MADRID
Agencia DPA/Europa Press
La Fiscalía de Ecuador ha detenido, hasta el momento, a un total de 55 personas por casos de corrupción perpetrados durante la pandemia de coronavirus, que ha dejado en el país latinoamericano más de 177.000 personas contagiadas.
La Fuerza de Tarea, un equipo que se conformó después de que se detectaran una serie de tramas ilegales en la compra de insumos y medicinas para luchar contra la COVID-19, ha abierto 196 casos. De ellos, sólo 13 han superado la primera fase de la investigación y se encuentran en la Fiscalía. El resto se encuentran bajo secreto.
Los agentes han realizado 2.632 diligencias y 155 registros a escala nacional, la mayoría concentrados en Pichincha, Guayas, Manabí –tres de los departamentos más golpeados por la pandemia en Ecuador–, Chimborazo y Cotopaxi.
«Durante el estado de emergencia, gran cantidad de casos de corrupción en hospitales y centros de salud empezaron a ser denunciados», ha señalado la fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, durante un seminario.
A su juicio, «la corrupción es un fenómeno estructural que afecta a los principios esenciales de la democracia y el Estado de Derecho, pues profundiza la desigualdad social, inequidad y pobreza».
Así, considera que el problema está en que únicamente el 20 por ciento de los procesados por malversación, cohecho, concusión, tráfico de influencias o enriquecimiento ilícito recibe prisión preventiva y que las medidas sustitutivas, como la presentación física ante una autoridad, permiten la fuga, según ha informado el diario ‘El Comercio’.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias de Ecuador, que llegó a ser uno de los países latinoamericanos más golpeados por la pandemia durante la primera ola, han constatado más de 177.000 personas contagiadas de COVID-19. Las víctimas mortales a causa de la enfermedad en suelo ecuatoriano se ubican cerca de las 13.000.