Por DOUG FERGUSON
AUGUSTA, Georgia, EE.UU.
Agencia (AP)

El optimismo de que el próximo Masters regrese con sus flores primaverales y con las ovaciones del público se ha apagado ante la realidad del calendario y el alza reciente en el número de casos de coronavirus.

Han pasado ocho meses desde que el Augusta National pospuso el Masters debido a la pandemia de COVID-19 y siete meses desde que el club planteó que la fecha más práctica para disputar el torneo era dos semanas antes del Día de Acción de Gracias.

«Estoy esperanzado de que tendremos mejores condiciones con respecto al virus, pero abril está a menos de cinco meses y no hay seguridad de nada», admitió el presidente del Masters Fred Ridley. «Pero esperamos que el torneo en abril esté más cerca de la normalidad que ahora».

Hay muy poco de normal en esta 84ta edición del Masters, comenzando por los tiros de salida en el primer y décimo hoyos. Eso nunca ha ocurrido en un jueves por la mañana.

El mexicano Abraham Ancer, uno de los 26 novatos del Masters, disputó su última ronda de práctica ayer. Normalmente, a esa hora hubiera estado compitiendo en el Concurso Par 3, que fue cancelado. Esa competición de nueve hoyos se realiza tradicionalmente para entretener a los asistentes y este año no hay público en el certamen.

En algunos aspectos, este Masters es una celebración a lo que ha logrado el golf y una despedida peculiar del deporte en un año como pocos.

Salvo por la Segunda Guerra Mundial y una ocasión en 1971 cuando el PGA Championship cambió a febrero en Florida, el Masters siempre ha sido el primer Major del año. El rito primaveral va más allá de las azaleas, cornejos y la lucha por la chaqueta verde. Para muchos es la señal del inicio de la temporada de golf, ya sea viéndolo o jugándolo.

En noviembre, es más bien el gran final.

El golf, como muchos otros deportes, necesita un final alentador. El deporte tuvo un parón de tres meses desde el 13 de marzo. Se canceló uno de los Majors, el Abierto Británico. El golf volvió en junio con un frenético calendario que contempló una sola semana de descanso —el Día de Acción de Gracias— y sin garantías sanitarias en el circo itinerante.

En total, 15 jugadores de la Gira de la PGA han dado positivo por coronavirus, incluyendo a Dustin Johnson, el número uno del mundo.

Pero el golf continuó. Ahora llega a su fin sin aficionados.

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