Factor Méndez Doninelli
Honor a quien honor merece. Hoy, 30 de octubre de 2020 las autoridades académicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala [Usac] en conjunto con la histórica y centenaria Asociación de Estudiantes Universitarios [AEU] “Oliverio Castañeda de León” y un grupo de ex dirigentes estudiantiles, inauguraron el monumento a los mártires universitarios víctimas del conflicto armado interno, de las prácticas contrainsurgentes del Gobierno guatemalteco y la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional [DSN]. Hoy es el día dedicado a los jóvenes, mujeres y hombres, profesionales, académicos, docentes, investigadores y estudiantes sacrificados por la intolerancia de las élites y las dictaduras militares fantoches.
Sobre corrupción e impunidad. El año pasado, el actual Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas [ONU], Antonio Guterres reiteró la preocupación del organismo mundial por la creciente corrupción incrustada en la conducta de gobernantes y funcionarios del sector público de muchos países, al respecto dijo: “La corrupción engendra más corrupción y fomenta una cultura destructiva de impunidad. La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción es uno de los principales instrumentos de los que disponemos para avanzar en esta lucha. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 y sus metas también ofrecen pautas para la acción.”
Aquella preocupación tiene sustento cuando vemos que la corrupción e impunidad siguen ganando terreno y pareciera que son indetenibles, que han corroído todo el sistema moral de las sociedades porque al apropiarse de los fondos públicos para satisfacer intereses personales se bloquea el desarrollo de los pueblos, se fomenta la impunidad y lo más grave, se violan derechos humanos civiles, económicos, sociales y culturales de las personas.
El próximo 9 de diciembre, se celebra a nivel mundial el Día Internacional contra la Corrupción. Este flagelo manifestado sobretodo en el sector público como dije, afecta los derechos humanos de los habitantes de países que se sabe mantienen altos índices de corrupción.
Es tan grave la dimensión del dinero saqueado por los corruptos que sobre eso la ONU sostiene: “Cada año se paga un billón de dólares en sobornos y se calcula que se roban 2,6 billones de dólares anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5% del producto interno bruto mundial. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se calcula que en los países en desarrollo se pierde, debido a la corrupción, una cantidad de dinero diez veces mayor que la dedicada a la asistencia oficial para el desarrollo.”
Este dato explica por sí sólo la gravedad del problema, lo que empeora y perjudica las condiciones de vida de millones de personas, puesto que el dinero robado podría utilizarse para promover programas y proyectos de beneficio social.
A los gobernantes corruptos como ocurre en Guatemala, no les interesa el bien común sino más bien, el enriquecimiento ilícito que conviene a sus intereses personales. El actual Gobierno del Dr. Giammattei, prometió eficiencia y transparencia pero sus acciones dicen lo contrario, opacidad en el manejo de los recursos asignados al control de la pandemia, más el festín de algunos de sus funcionarios con el presupuesto nacional. El escándalo más reciente se relaciona con 135 millones de quetzales en la Dirección General de Caminos, cuyo titular Fredy Chojolán fue destituido por el mandatario por presuntas irregularidades, pero también se espera que ocurra lo mismo con Josué Lemus, actual Ministro de Comunicaciones Infraestructura y Vivienda [Micivi], que no solo sean separados del cargo, también investigados y eventualmente procesados.